La familia de Miguel Angel Olleros espera contactar con los secuestradores

La idea de que los secuestradores del joven Miguel Angel Olleros no tardarán mucho en ponerse en contacto con la familia era compartida a últimas horas de la tarde de ayer por el jefe de la brigada judicial de Salamanca y los familiares del secuestrado, que aseguraban «no tener la más mínima noticia, aunque la lógica nos dice que no tardarán mucho en contactar directa o indirectamente».

La policía afirmó a EL PAÍS que en los secuestros cuyos móviles son políticos las reivindicaciones se producen con bastante rapidez -«en este otro tipo de casos suelen tardar más tiempo»-, e insinuaba qu...

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La idea de que los secuestradores del joven Miguel Angel Olleros no tardarán mucho en ponerse en contacto con la familia era compartida a últimas horas de la tarde de ayer por el jefe de la brigada judicial de Salamanca y los familiares del secuestrado, que aseguraban «no tener la más mínima noticia, aunque la lógica nos dice que no tardarán mucho en contactar directa o indirectamente».

La policía afirmó a EL PAÍS que en los secuestros cuyos móviles son políticos las reivindicaciones se producen con bastante rapidez -«en este otro tipo de casos suelen tardar más tiempo»-, e insinuaba que quizá los autores del hecho encontraran más problemas a la hora de ponerse en contacto. Las fuerzas policiales siguen, por su parte, investigando exhaustivamente y con carácter prioritario el caso.

Ayer circularon en Salamanca rumores sobre un supuesto contacto de los raptores con la familia para solicitar una cantidad de quince millones de pesetas.

Los trabajadores de la empresa Navazo, SA, han ofrecido sus salarios en caso de que se requieran para pagar el rescate, y los compañeros de estudios de Miguel Ange han manifestado públicamente su repulsa por el suceso.

Los padres y los hermanos de Miguel Angel han publicado una carta cuyo texto dice: «Con la esperanza de que te llegue esta comunicación, queremos decírte que toda la familia estamos serenos y en la confianza de que muy pronto se resuelva favorablemente esta situación, de la que tú llevas la peor parte. No temas nada, quédate tranquilo. Dios nos escuchará una vez más, no lo dudes un momento. Esta es nuestra mayor esperanza, como también estamos seguros de que será la tuya. Te queremos. Tu familia.»

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