La prisión de Carabanchel no cumple la ley Penitenciaria, según su director

«La cárcel de Carabanchel infringe muchos de los requisitos de la nueva ley de Instituciones Penitenciarias», declaró ayer el nuevo director de la prisión, Eusebio Hernández Rueda, quien añadió que la mejor solución a los muchos problemas que plantea el centro sería su desaparición y edificación de uno nuevo, más acorde con la moderna arquitectura penitenciaria. Esta solución radical, sin embargo, es imposible actualmente. Sólo los gastos originados por las obras de restauración se cifran en varios centenares de millones.El señor Hernández Rueda señaló la masificación de los reclusos como uno ...

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«La cárcel de Carabanchel infringe muchos de los requisitos de la nueva ley de Instituciones Penitenciarias», declaró ayer el nuevo director de la prisión, Eusebio Hernández Rueda, quien añadió que la mejor solución a los muchos problemas que plantea el centro sería su desaparición y edificación de uno nuevo, más acorde con la moderna arquitectura penitenciaria. Esta solución radical, sin embargo, es imposible actualmente. Sólo los gastos originados por las obras de restauración se cifran en varios centenares de millones.El señor Hernández Rueda señaló la masificación de los reclusos como uno de los problemas más importantes. Carabanchel acoge hoy a unos 1.100 internos, que no disponen de talleres, y tienen que pasar todo el día paseando por los pasillos o en las celdas sin hacer nada. Los funcionarios alcanzan la cifra de 140.

En relación con la entrada clandestina de drogas en la cárcel, el director señaló que, por lo general, son los familiares y amigos de los presos quienes se las pasan de mil maneras diferentes. Respecto a las posibles implicaciones de algunos funcionarios, afirmó que no existen pruebas concretas, aunque sí reconoció que hay ciertas sospechas.

La nueva ley de Instituciones Penitenciarias estipula precisamente que no podrán acoger a más de 350 internos por unidad, así como que la realización de un tipo de trabajo, de acuerdo con las aptitudes o preferencias del interno, será un derecho y un deber de éstos, y no tendrá nunca carácter aflictivo ni podrá ser utilizado como medida de coacción.

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