La OIT se manifiesta contra el proteccionismo comercial

«Los trabajadores del Norte y el Sur tienen un común interés en el crecimiento del comercio mundial. Hay que conjurar a todo precio la amenaza del proteccionismo», declaró ayer, en Caracas, el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ante el Decimonoveno Congreso de la Federación Internacional de Empleados y Técnicos (FIET).En su discurso, Blanchard señaló que numerosos estudios realizados por instituciones internacionales como la propia OIT, la OCDE y el Banco Mundial, demuestran claramente que el desempleo, de los países industrializados se debe menos a la importa...

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«Los trabajadores del Norte y el Sur tienen un común interés en el crecimiento del comercio mundial. Hay que conjurar a todo precio la amenaza del proteccionismo», declaró ayer, en Caracas, el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ante el Decimonoveno Congreso de la Federación Internacional de Empleados y Técnicos (FIET).En su discurso, Blanchard señaló que numerosos estudios realizados por instituciones internacionales como la propia OIT, la OCDE y el Banco Mundial, demuestran claramente que el desempleo, de los países industrializados se debe menos a la importación de productos de los países en desarrollo que al progreso técnico y a la propia rivalidad comercial de otras naciones industrializadas.

A modo de ejemplo de este fenómeno, señaló que se ha calculado que en la República Federal de Alemania, en el período 1962-1975, de cada veinte trabajadores que perdieron el empleo por razones tecnológicas, sólo uno lo perdió en virtud de importaciones provenientes del Tercer Mundo, concluyendo que «no existe tanto una oposición de intereses entre el Norte y el Sur como una serie de problemas comunes de crecimiento y la necesidad inevitable de adaptarse a las nuevas condiciones».

Blanchard expresó que las organizaciones sindicales y sus grandes confederaciones internacionales están llamadas a desempeñar un papel de primera línea en la revitalización del diálogo Norte-Sur y en la introducción de una dimensión social en el nuevo orden económico internacional.

Indicó finalmente que la OIT, en su acción relativa a las empresas multinacionales, debe «evitar dos escollos: condenarlas inapelablemente y celebrarlas sin reserva».

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