El Atlético sigue sin ganar en casa

El Atlético sigue sin ganar en casa. El Español, un equipo serio, plantó cara durante todo el encuentro y fue superior a partir de los cambios Bermejo-Marcial y Arabí-Bío, ocurridos ambos al cuarto de hora de la segunda parte. En la última media hora empató y se acercó a la victoria.Luis repitió de salida el equipo que tan bien había jugado en la segunda parte en Sevilla, siete días antes, con el único relevo de Arteche por Pereira. En la media recibía una nueva oportunidad Bermejo -un buen jugador en quien Luis no tiene ninguna confianza, como se confirmaría después- y también Javi se alineab...

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El Atlético sigue sin ganar en casa. El Español, un equipo serio, plantó cara durante todo el encuentro y fue superior a partir de los cambios Bermejo-Marcial y Arabí-Bío, ocurridos ambos al cuarto de hora de la segunda parte. En la última media hora empató y se acercó a la victoria.Luis repitió de salida el equipo que tan bien había jugado en la segunda parte en Sevilla, siete días antes, con el único relevo de Arteche por Pereira. En la media recibía una nueva oportunidad Bermejo -un buen jugador en quien Luis no tiene ninguna confianza, como se confirmaría después- y también Javi se alineaba en el centro del campo, pegado a la banda derecha. En los extremos salieron Marcos -que se movió, con facilidad de desmarque, por toda la delantera- y Rubio. El centro de la defensa era ocupado por Ruiz y en el lateral izquierdo estaba Sierra. Capón, Pereira, Leal y Rubén Cano representaban la solera del equipo.

El Atletico no jugó mal

No jugó mal el Atlético ante un Español incómodo y serio, que dejó sólo dos hombres en punta -Fortes y Angel-, que creó una espesa red en la media y que supo meter balones al claro de cuando en cuando, creando problemas a Aguinaga. Con Amarillo como jugador de mando y calidad en la media, bien apoyado por Fernández Amado, le bastó al Español para aguantar con dignidad las ráfagas de entusiasmo del Atlético, que nunca se sintió a gusto. Molinos cerró bien el paso a Bermejo, Leal no siempre supo apoyarse en Rubio y el Español daba, de cuando en cuando, avisos, con contraataques rápidos, en los que las penetraciones de Angel, Fortes o Arabí -que llegaban de atrás- daban sustos considerables. Con todo ello, el aficionado atlético nunca pudo ver las cosas fáciles, ni aun después de que Rubén Cano adelantase, de penalti, a su equipo.

Las cosas fueron igual -juego equilibrado, poco vistoso, forcejeo y ocasiones aisladas- hasta que llegaron los cambios. Irulegui, entrenador españolista, sacó un nuevo delantero, Bío, para atacar con tres hombres. Luis sentó a Bermejo y puso en su lugar a Marcial; su reaparición -ha estado lesionado- no fue feliz. Un partido difícil, con campo blando y un rival bien colocado en el campo no es lo ideal para que un jugador como Marcial se ponga a tono rápidamente tras una larga ausencia. Bermejo volverá a cobrar sensación de suplente. Luis desperdicia de tal modo a este jugador que es hora de preguntarse por qué se le mantiene en la plantilla. Tiene el suficiente prestigio como para que el Atlético pudiera cobrar por él un buen traspaso; por ejemplo, podría venderlo por la cantidad que tiene que pagarle a Ayala por no jugar. Sería una buena operación.

Salvar un puntoEl Español se asentó aún mejor en el campo y el partido cobró incertidumbre. Bío inquietó, marcó un gol y pudo hacer otro en discutida jugada final. Por parte del Atlético hubo poco más; sólo una preciosa pared Leal-Rubén, con disparo al palo de éste, puso a los locales de verdad cerca del gol, aunque Pereira también dio un susto. Pero lo cierto es que poco a poco el partido se le fue escurriendo de entre las manos al Atlético y al final tuvo incluso suerte de salvar un punto. Una decepción más para la sufrida hinchada, que aún no ha visto ganar al equipo en casa. Sin embargo -relevo de Bermejo aparte-, la base del equipo está ahí y Luis haría bien en insistir con los jovenes . El Atlético no está esta temporada para logros inmediatos, y preparar un equipo para el futuro ya sería éxito suficiente.

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