Asesinado el jefe de la Brigada de Investigación Criminal de Pamplona

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El jefe de la Brigada de Investigación Criminal de la comisaría de Policía de Pamplona, Carlos Sanz, de 48 años, casado, falleció sobre las tres de la tarde de ayer, como consecuencia de los disparos que le hicieron dos jóvenes a pie, cuando acababa de aparcar su coche, un Seat 132, matrícula B-1383-AC, junto al portal número 25 de la calle de Labrit, en Pamplona. Los agresores efectuaron nueve disparos, de los que cinco alcanzaron a Carlos Sanz, que falleció a los pocos instantes de ingresar en el hospital de Navarra.

, Según informaron a EL PAÍS dos testigos presenciales del atent...

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El jefe de la Brigada de Investigación Criminal de la comisaría de Policía de Pamplona, Carlos Sanz, de 48 años, casado, falleció sobre las tres de la tarde de ayer, como consecuencia de los disparos que le hicieron dos jóvenes a pie, cuando acababa de aparcar su coche, un Seat 132, matrícula B-1383-AC, junto al portal número 25 de la calle de Labrit, en Pamplona. Los agresores efectuaron nueve disparos, de los que cinco alcanzaron a Carlos Sanz, que falleció a los pocos instantes de ingresar en el hospital de Navarra.

, Según informaron a EL PAÍS dos testigos presenciales del atentado, que se encontraban en el balcón de un edificio próximo al lugar de los hechos, sobre las tres menos veinte de la tarde dos jóvenes, que se hallaban dentro de un Simca 1200 de color gris aparcado en la bajada de Labrit, descendieron del vehículo al comprobar que el jefe de la Brigada de Investigación Criminal de Pamplona estaba aparcando junto al portal número 25. Después de que Carlos Sanz cerrase la puerta de su coche, los dos jóvenes, desde ambos lados de la calle, efectuaron varios disparos con pistola, que alcanzaron en la cabeza y pecho al policía, así como a dos automóviles que estaban aparcados junto al Seat 132 del señor Sanz.«Uno de los jóvenes tenía boina y pantalones oscuros», señaló a EL PAÍS uno de los testigos, «mientras que el otro iba vestido con un pantalón y jersey de color claro. Al policía le dispararon desde los dos lados de la calle y las balas le alcanzaron en la cabeza, cayendo fulminado al suelo. Después, los dos jóvenes se fueron corriendo hacia el lugar en donde tenían aparcado el Simca 1200, en el que les esperaba una tercera persona con el motor en marcha. Cuando cruzaron la bajada de Labrit detuvieron a los coches que circulaban en dirección al barrio de la Chantrea, haciendo ademanes con las pistolas. Se montaron rápidamente en el coche, dirigiéndose hacia el barrio citado. Yo creo que estaban esperando al policía, porque siempre llegaba sobre la misma hora y aparcaba en el mismo lugar, ya que vive en una calle paralela. Lo raro es que ayer no llevara en su coche un perro, pastor alemán, que habitualmente solía acompañarle.»

En el lugar de los hechos, un Citroën Dyane-6, aparcado junto al vehículo del señor Sanz, presentaba tres impactos en una aleta, rueda y puerta trasera, mientras que un Mini 850 recibió un cuarto disparo junto a la puerta derecha. Por su parte, el comisario jefe de la Brigada de Investigación Criminal resultó alcanzado por tres disparos en la cabeza y otros dos en el pecho. Trasladado al Hospital de Navarra, falleció antes de que pudiera ser atendido por el equipo médico de urgencia.

Junto al lugar del atentado, la policía encontró seis casquillos de bala, mientras que el coche utilizado por los agresores, un Simca, matrícula NA-9301-A, que había sido robado en la mañana de ayer, fue localizado en la calle de Santesteban, en el barrio de la Chantrea, en Pamplona, con las puertas abiertas.

En las carreteras de acceso a Pamplona, así como en los barrios periféricos de la capital navarra, fuerzas de la Policía Nacional y Guardia Civil establecieron ayer rigurosos controles, sin que se tenga conocimiento de que se hayan practicado detenciones. La capilla ardiente, con los restos mortales del policía asesinado, fue instalada, a media tarde, en el Gobierno Civil de Navarra. Los funerales por el eterno descanso de Carlos Sanz se celebrarán a las siete de la tarde de hoy, en la iglesia de San Miguel, de Pamplona.

El propietario del vehículo que utilizaron los agresores en su huida fue encontrado a media tarde, encadenado a un árbol, en la localidad navarra de Berrioplano.

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