Manuel Azpilicueta, vicepresidente ejecutivo de Bankunión

Manuel Azpilicueta cesará en breve en su cargo de vicepresidente del INI para incorporarse al grupo Bankunión como vicepresidente ejecutivo de la entidad. El nombramiento del señor Azpilicueta en Bankunión se produjo ayer por acuerdo del consejo de administración. La salida del vicepresidente del INI, después del ocupar el cargo en los últimos cuatro años, así como la dirección financiera del Instituto un año antes, completa la renovación total de los órganos directivos del INI que se ha desarrollado a lo largo, del último año.El señor Azpilicueta, 39 años, es economista del Estado y ha desarr...

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Manuel Azpilicueta cesará en breve en su cargo de vicepresidente del INI para incorporarse al grupo Bankunión como vicepresidente ejecutivo de la entidad. El nombramiento del señor Azpilicueta en Bankunión se produjo ayer por acuerdo del consejo de administración. La salida del vicepresidente del INI, después del ocupar el cargo en los últimos cuatro años, así como la dirección financiera del Instituto un año antes, completa la renovación total de los órganos directivos del INI que se ha desarrollado a lo largo, del último año.El señor Azpilicueta, 39 años, es economista del Estado y ha desarrollado su carrera profesional en la Administración y la empresa pública. El primer cargo de responsabilidad que ocupó fue el de secretario general técnico de Industria en la etapa de López de Letona, en los primeros años setenta. Posteriormente fue subsecretario de Planificación, para reincorporarse al INI en 1974. Manuel Azpilicueta goza de excelente reputación en medios empresariales y de la Administración. A lo largo de su carrera profesional su única filiación política viene dada por su incorporación a Fedisa, sociedad creada en los últimos años del franquismo que incorporó a las figuras más destacadas de la política reformista de aquel momento.

Bankunión es un banco industrial que controla también el Banco de Gredos y que tuvo un importante desarrollo vinculado al Atlántico en los últimos sesenta y primeros setenta. Posteriormente, su equipo directivo abandonó el Atlántico cediendo su participación a Rumasa. En estos momentos dispone de casi 80.000 millones de pesetas de recursos ajenos y más de 8.000 de recursos propios. En los últimos años ha atravesado por las dificultades típicas de la banca industrial de fuerte y reciente expansión, que le obligaron a practicar una política de liquidación de buena parte de su cartera industrial como política de saneamiento. En base a esta política pudo presentar en su última cuenta de explotación unos resultados positivos.

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