XXVIII Congreso del PSOE

Rechazado el reconocimiento de tendencias internas

El rechazo al reconocimiento de tendencias internas, la suscripción del derecho a la autodeterminación de nacionalidades y regiones, junto con los intensos debates en torno al tratamiento del marxismo, constituyen los aspectos más destacados de las sesiones de trabajo que iniciaron ayer las diez ponencias del XXVIII Congreso del PSOE.

La comisión donde se debate la ponencia sobre organización y estatutos es la que más tensión está registrando, junto a la comisión de la ponencia política. Baldomero Lozano, diputado del PSOE por León, es quien preside la mesa de esta comisión. Uno de los ...

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El rechazo al reconocimiento de tendencias internas, la suscripción del derecho a la autodeterminación de nacionalidades y regiones, junto con los intensos debates en torno al tratamiento del marxismo, constituyen los aspectos más destacados de las sesiones de trabajo que iniciaron ayer las diez ponencias del XXVIII Congreso del PSOE.

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La comisión donde se debate la ponencia sobre organización y estatutos es la que más tensión está registrando, junto a la comisión de la ponencia política. Baldomero Lozano, diputado del PSOE por León, es quien preside la mesa de esta comisión. Uno de los temas claves de esta ponencia era la propuesta a favor del reconocimiento de las tendencias organizadas dentro del partido. La propuesta fue rechazada con 92 votos en contra, 72 a favor y diez abstenciones, lo que demuestra la existencia en dicha comisión de dos posiciones casi equilibradas.Según parece, la que propugnaba el reconocimiento de tendencias organizadas dentro del partido ha sido encabezada por Pablo Castellano, mientras que la opuesta a dicho reconocimiento está encabezada por el socialista sevillano José Rodríguez de la Borbolla, por el diputado Antonio Sotillos y por Juan Barranco. La tesis aprobada por la comisión en sustitución de la anterior propuesta ha sido la siguiente: «Se reconoce el respeto a la libertad de conciencia, al libre pensamiento y a la libertad de expresión en el seno del partido de cada uno de los militantes -como principios que inspiran la organización del PSOE- Se garantiza la total libertad de discusión interna, aunque no se permitirá la formación de tendencias organizadas.»

Con anterioridad fue aprobado el primer artículo de los estatutos, que respeta la denominación actual del PSOE, adoptada en los estatutos del anterior congreso. El artículo 2 recoge la enmienda presentada por Sevilla y define al PSOE como «una organización lícita de la clase trabajadora, que se configura como instrumento de ésta para la consecución de su completa emancipación a través de la transformación de la sociedad».

La polémica se centró en el artículo tercero, donde Barcelona había presentado una enmienda favorable a las tendencias organizadas dentro del partido. García de la Borbolla, de Sevilla, se opuso a la enmienda, mientras que el representante de Cádiz la apoyó. Este afirmó que «la garantía para que todos los militantes se manifiesten en el exterior son las tendencias organizadas».

La comisión que discutió la ponencia sobre política autonómica del partido, presidida por Alfonso Cucó, de Valencia, adoptó como documento base de discusión, por su amplitud, el presentado por la organización de Castellón de la Plana. Al iniciar el debate de dicho texto se procedió a discutir el concepto de «nación española», sin que se llegara a definirlo, por entender que no era tarea de la ponencia elaborar un concepto científico del término.

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También se desestimó el concepto que figura en el texto base de que «una nación domina cultural y políticamente a otras». A continuación se aprobaron algunas propuestas complementarias del texto base, entre ellas «el reconocimiento de la realidad plurinacional de España, derecho a la autodeterminación de los pueblos, solidaridad entre los pueblos de las nacionalidades y regiones del Estado y la proyección del principio socialista de la autogestión», como soporte ideológico base ya reflejado en el XXVII Congreso.

La comisión sobre propuestas programáticas, formada por 102 delegados, decidió subdividir la ponencia en grupos de trabajo para agilizar su funcionamiento. La mayoría de los grupos trabajan sobre el texto base, el cual es una reelaboración de los distintos textos presentados en el congreso por las distintas agrupaciones.

La comisión sindical, por su parte, que debate la política sindical del PSOE, decidió tomar como documento de trabajo las ponencias presentadas por Asturias y Alcázar de San Juan, así como el documento elaborado por el comité federal. Previamente se había decidido que sólo se discutiese sobre las dos primeras ponencias, pero Asturias propuso que figurasen como introducción las dieciocho primeras páginas del documento del comité federal. Esta decisión se adoptó tras arduas discusiones y cuestiones de procedimiento entre los miembros de la comisión. Hubo incluso un voto de censura a la mesa, que dimitió y hubo que elegir otra.

La ponencia de prensa, información y propaganda adoptó como base para el debate el texto presentado por Asturias. Como presidente de mesa fue elegido Salvador Clotats, secretario de prensa del Partido Socialista de Cataluña. Intervino en primer lugar Javier Solana, de la ejecutiva saliente, quien propuso para agilizar la discusión de los temas englobarlos de la siguiente forma: propaganda, análisis de los medios de comunicación y prensa del partido. La propuesta fue aceptada.

El texto elaborado por la comisión de relaciones internacionales del partido fue aceptado como base de trabajo por la ponencia de internacional, cuya presidencia recayó en Ramón Vanut, de la agrupación Andorra-Seo de Urgel. Fue aprobada una declaración en la que se expresa que el PSOE defiende la consecución de la paz y la coexistencia internacional entre todos los pueblos, «manteniendo vivo el ideal de establecimiento de una sociedad socialista mundial». Igualmente, se decidió que constituye una tarea esencial de los socialistas españoles cooperar al desarrollo de los pueblos de África, Asia y América Latina.

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