La vuelta

El ciclismo ha pasado a ser un deporte de segunda fila. Desaparecido Luís Ocaña, el último corredor polémico, las grandes carreras han perdido casi todo su interés para los aficionados.La Vuelta a España -por llamarla de alguna manera, ya que siempre tiene un recorrido limitado- va a comenzar sin que ni siquiera en las páginas deportivas de los periódicos se le haya dado gran énfasis. Faltan figuras que llamen la atención. Faltan los viejos grandes duelos en los que el país se dividía entre Loroño y Bahamontes, como con Joselito y Belmonte.

El ciclismo está mortecino y sólo un milagro p...

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El ciclismo ha pasado a ser un deporte de segunda fila. Desaparecido Luís Ocaña, el último corredor polémico, las grandes carreras han perdido casi todo su interés para los aficionados.La Vuelta a España -por llamarla de alguna manera, ya que siempre tiene un recorrido limitado- va a comenzar sin que ni siquiera en las páginas deportivas de los periódicos se le haya dado gran énfasis. Faltan figuras que llamen la atención. Faltan los viejos grandes duelos en los que el país se dividía entre Loroño y Bahamontes, como con Joselito y Belmonte.

El ciclismo está mortecino y sólo un milagro puede darle nueva luz. Este es, sin duda, uno de los deportes con los que acaba la sociedad desarrollista. El futuro de esta disciplina está, probablemente, en aquella vieja modalidad del cicloturismo.

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