El profesor Negri, formalmente acusado del asesinato de Moro

Los jueces interrogaron ayer en Roma, durante siete horas, a Antonio Negri, e hicieron público, por vez primera, los diecinueve cargos contra el catedrático y líder de la extrema izquierda legal italiana, entre ellos el de ser uno de los cerebros; de las Brigadas Rojas; decidir, organizar y ordenar el secuestro de Aldo Moro y la matanza de su escolta, as! como pretender destruir al Estado. Los abogados de Negri, que estuvieron presentes en el interrogatorio, exigieron pruebas de tan «escalofriantes acusaciones», y afirmaron que se trataba de buscar en Negri un «cabeza de turco» con fines elect...

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Los jueces interrogaron ayer en Roma, durante siete horas, a Antonio Negri, e hicieron público, por vez primera, los diecinueve cargos contra el catedrático y líder de la extrema izquierda legal italiana, entre ellos el de ser uno de los cerebros; de las Brigadas Rojas; decidir, organizar y ordenar el secuestro de Aldo Moro y la matanza de su escolta, as! como pretender destruir al Estado. Los abogados de Negri, que estuvieron presentes en el interrogatorio, exigieron pruebas de tan «escalofriantes acusaciones», y afirmaron que se trataba de buscar en Negri un «cabeza de turco» con fines electoralistas.

Estos diecinueve cargos están contenidos en las diez páginas de que constaba la orden de detención contra Negri, llevada a cabo a principios de mes. En esta orden se definen como «suficientes» los indicios de culpabilidad de Negri, basados fundamentalmente en las investigaciones de la policía de Roma y Padua (donde tenía la cátedra de Teoría del Estado) y en escritos ideológicos formulados desde 1971. Asimismo, contiene elementos de prueba en el sentido de que fue Negri quien telefoneó a la familia Moro para anunciar la «condena a muerte» del Presidente de la Democracia Cristiana.Según la defensa, que reconoció que el interrogatorio se desarrolló con gran seriedad y negó las acusaciones, con Negri se intenta crear un nuevo «caso Valpreda» y buscar un cabeza de turco ante unas elecciones políticas en las que la Democracia Cristiana y el Partido Comunista tratan de monopolizar el poder.

Precisamente ayer, el Consejo Nacional de la Democracia Cristiana elaboró la línea de su política con vistas a las elecciones generales de junio. Tras un duro debate de más de diez horas, en el que el secretario general de la DC fue duramente criticado por el sector conservador y anticomunista del partido, se llegó a un compromiso en el que se establecen posibles alianzas con republicanos y socialdemócratas para formar Gobierno tras las elecciones y se mantiene la política de unidad nacional», esto es, de colaboración con los comunistas y partidos laicos, pero se rechaza nuevamente la inclusión de los comunistas en el Gobierno.

A juicio de algunos observadores, el Consejo Nacional de la DC italiana no ha hecho más que ratificar la política tradicional de los democristianos en los últimos arios, de intentar una colaboración con los comunistas, sin incluirlos en el Gabinete. En este sentido, todo parece indicar que sólo el resultado de las urnas decidirá si la situación política italiana se modifica sustancialmente de lo que ha estado ocurriendo en las últimas crisis, es decir, Gobiernos minoritarios democristianos con apoyo parlamentario, ocasionalmente primero e institucionalmente después, del resto ele las fuerzas políticas.

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