"Las Cámaras deben hacer oír su voz"

En una reunión de presentación a la prensa, el nuevo presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, José María Figueras, ha insistido en que las Cámaras deben ser oídas necesariamente, tal como dispone la ley de 1911, en todo lo que afecte a los intereses generales del comercio, la industria y la navegación. «Esto tiene que ser escrupulosamente cumplido.»

También ha anunciado que, además de ampliar el comité ejecutivo para darle mayor representatividad y efectividad, propondrá la articulación del pleno en una serie de comisiones específicas, que harán más fácil tomar decisiones...

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En una reunión de presentación a la prensa, el nuevo presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, José María Figueras, ha insistido en que las Cámaras deben ser oídas necesariamente, tal como dispone la ley de 1911, en todo lo que afecte a los intereses generales del comercio, la industria y la navegación. «Esto tiene que ser escrupulosamente cumplido.»

También ha anunciado que, además de ampliar el comité ejecutivo para darle mayor representatividad y efectividad, propondrá la articulación del pleno en una serie de comisiones específicas, que harán más fácil tomar decisiones y actuarán como células pensantes. Entre las comisiones necesarias citó las de trabajo, comercio, industria, infraestructura, territorial, hacienda, economía y relaciones internacionales.«El papel de presidente lo concibo -dijo el señor Figueras- como portavoz del pleno y del comité ejecutivo, así como impulsor de las citadas células pensantes.»

El nuevo presidente del Consejo Superior de Cámaras se presentó como hombre de talante liberal, ajeno a la Administración y a UCD, y negó que sufragara en parte la estancia de Josep Tarradellas en Francia. A la pregunta de si piensa volver a la política, después de haber participado en 1977 en los fracasados intentos de resurección de la Lliga, contestó que le quedan cuatro años de mandato como presidente del Consejo, y «después, ya veremos».

Para el señor Figueras, «todo lo público tiene una vertiente política», por eso consideró lógico que detrás de unas elecciones como las del martes, o en momentos importantes, haya una pugna política. «Pero las Cámaras -dijo- son apartidistas y tienen una misión mucho más amplia que las patronales. Estas defienden, en cierto modo, intereses contrapuestos a los que defienden las sindicales; las Cámaras engloban más temas; en las Cámaras no sólo están los grandes empresarios, ni siquiera los pequeños y medianos, sino también los empresarios pequeñísimos, los que forman empresas con sólo un obrero.» .

En este sentido, al tocar las funciones de las Cámaras, afirmó que no deben ser sólo entidades de servicio consultivas, sino hacer oír su voz. «En otros momentos, cuando se discutieron los pactos de la Moncloa, las Cámaras deberían haber estado presentes. La vida pública no se agota sólo en la política.»

A juicio del señor Figueras, las Cámaras deben estar también en temas de infraestructura pro mocionando sociedades mixtas de infraestructura o las sociedades de garantía recíproca. Las Cámaras pueden tener un gran papel en el acercamiento de España no sólo a Europa, donde ya en cierta manera lo tienen, sino al resto del mundo.

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