Claro dominio de los signos positivos

En la pasada semana, el mercado de valores observó una evolución notablemente favorable, generalizándose las alzas y, si bien no revestían consideración mas que en algunos valores concretos (bancos, Hidrola e Iberduero, Explosivos, petróleos, Dragados y Vallehermoso), el ambiente en el salón de contratación resultaba más animado que en ciclos anteriores.No obstante, se respiraba uÍn cierto aire de inseguridad y desconfianza en la auténtica consistencia de esta reacción, que amplios sectores de asistentes habituales coincidían en calificar de artificial, a la vista de las características que se...

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En la pasada semana, el mercado de valores observó una evolución notablemente favorable, generalizándose las alzas y, si bien no revestían consideración mas que en algunos valores concretos (bancos, Hidrola e Iberduero, Explosivos, petróleos, Dragados y Vallehermoso), el ambiente en el salón de contratación resultaba más animado que en ciclos anteriores.No obstante, se respiraba uÍn cierto aire de inseguridad y desconfianza en la auténtica consistencia de esta reacción, que amplios sectores de asistentes habituales coincidían en calificar de artificial, a la vista de las características que se observaban.

Así, las diferencias con alguna entidad, excepto el caso de las eléctricas, resultaban sospechosas, y si en el caso de algún banco se justificaba por la entrada de órdenes procedentes de inversores extranjeros, había algún valor, como Explosivos, que a pesar de no haber satisfecho su último dividendo y ser sobradamente coiiocidas las dificultades financieras por las que atraviesa, en una sola sesión subía los cinco puntos, máximo autorizado para los valores que cotizan por debajo de la par, lo que, porcentual mente, le suponía una diferencia positiva próxima al 9 %.

Efectivamente, y según hemos podido contrastar, ha continuado produciéndose la entrada de capital foráneo que apuntaba principalmente a Dragados, Central y Popular, pero no es menos cierto que en las dos últimas sesiones comenzaron a materializar alguna de las diferencias generadas, pues las citadas órdenes aparecían con unos límites prefijados, por encima de los cuales, según parece, cambiaría el signo de las órdenes, y se convertirían en vendedoras de parte de lo anteriormente adquirido.

La sesión de cierre fue la única que mostró signo negativo, si bien la minusvalía fue de escasas centésimas. El cierre resultaba incierto, no atreviéndose en general los observadores más avezados a adelantar pronósticos con garantías de cara a próximas sesiones, aunque existe la esperanza generalizada de que la mejora de la Bolsa se mantenga,de una manera u otra, hasta la fecha de celebración de las próximas legislativas.

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