Los obispos previenen sobre el voto a partidos que defiendan divorcio, el aborto y la enseñanza única
La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española aprobó ayer, con un voto en blanco, un documento en el que se condena el terrorismo y se fijan los criterios morales sobre los que los católicos deben emitir su voto en las próximas elecciones legislativas, según la jerarquía eclesiástica. La Iglesia aconseja que los católicos se fijen críticamente en aquellos programas en los que se incluyen declaraciones favorables al aborto, a la escuela estatalizada y a determinadas formulaciones de una ley de divorcio.
Pese a que la Conferencia Episcopal no concreta esta recomendación de v...
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La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española aprobó ayer, con un voto en blanco, un documento en el que se condena el terrorismo y se fijan los criterios morales sobre los que los católicos deben emitir su voto en las próximas elecciones legislativas, según la jerarquía eclesiástica. La Iglesia aconseja que los católicos se fijen críticamente en aquellos programas en los que se incluyen declaraciones favorables al aborto, a la escuela estatalizada y a determinadas formulaciones de una ley de divorcio.
Pese a que la Conferencia Episcopal no concreta esta recomendación de voto, los partidos de izquierda, en general, son los más afectados por este documento, ya que, si los católicos lo asumen estrictamente, sus sufragios sólo podrían dirigirse hacia partidos o coaliciones de, extrema derecha, derecha o centro.En relación con el divorcio, supone una novedad la precisión que hace el documento episcopal, al hablar «de determinados planteamientos de una ley de divorcio», lo que no excluye la posibilidad de que la Iglesia acepte la disolución del vínculo matrimonial en determinados supuestos.
Aunque de los diecinueve obispos que componen la Comisión Permanente del Episcopado sólo uno de ellos votó en blanco -se cree que correspondió al primado de España, monseñor Marcelo González-, parece que en los próximos días podría darse a conocer un documento paralelo elaborado por los ocho obispos ultraconservadores que, según diversas fuentes, han mantenido reuniones con el propósito de poner en marcha lo que se ha llamado una cruzada antimarxista. Otras fuentes señalan que monseñor González propuso que en el documento de la Conferencia Episcopal se incluyera una declaración expresa contra los partidos marxistas.
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