Elecciones 1979

Campañas electorales: solo el PCE confía en la fidelidad de sus votantes

Las campañas electorales de «los cuatro grandes», es decir, los partidos y coaliciones con implantación parlamentaria y alcance nacional, ofrecen una primera característica fundamental: sólo el Partido Comunista de España (PCE) parece estar seguro de la fidelidad de su electorado y, en consecuencia, ha montado una estrategia ofensiva en busca de nuevos votantes. Por el contrario, UCD, PSOE y Coalición Democrática tratan -con distintos planteamientos- de conservar al máximo posible los flancos inseguros de su electorado potencial y, además, ampliar los sufragios arrastrando votantes, por la d...

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Las campañas electorales de «los cuatro grandes», es decir, los partidos y coaliciones con implantación parlamentaria y alcance nacional, ofrecen una primera característica fundamental: sólo el Partido Comunista de España (PCE) parece estar seguro de la fidelidad de su electorado y, en consecuencia, ha montado una estrategia ofensiva en busca de nuevos votantes. Por el contrario, UCD, PSOE y Coalición Democrática tratan -con distintos planteamientos- de conservar al máximo posible los flancos inseguros de su electorado potencial y, además, ampliar los sufragios arrastrando votantes, por la derecha o por la izquierda,

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Así es evidente que la lista de UCD por Madrid trata de ofrecer una campaña montada sobre nombres a la derecha, pero sin renunciar en conjunto a conseguir votos del sector de población progresista y moderado que pudiera votar al PSOE.Los socialistas, por su parte, trazan de taponar el hueco por su izquierda, cubriéndose de acusaciones de excesivo socialdemocratismo, pero manteniendo actitudes escasamente radicales que le aseguren la confianza de amplias capas templadas del censo electoral.

Idéntico planteamiento de fondo se ha hecho Coalición Democrática, que tiene su mayor voto potencial en las bases de AP, notoriamente inclinadas hacia el derechismo intransigente. Conservar en lo posible ese voto -que fue el que los sostuvo el 154- e incorporar supuestos desencantados por las «veleidades izquierdistas» serán los dos grandes vértices de su campaña.

PSOE: "Campaña dura"

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En líneas generales, el planteamiento de la campaña socialista es «bastante duro», se volcarán en ella todos los recursos humanos y materiales del partido, y la totalidad de los dirigentes nacionales Intervendrán intensamente en la campaña. Esta será selectiva, de forma que aprovecharán las experiencias de 1977 para reforzar las zonas donde el PSOE espera conseguir mejores resultados, y su objetivo consiste en ganar las elecciones por número de votos, aunque el sistema DHont de la ley Electoral haga que pierdan en número de escaños.

Los ejes de la campaña socialista giran en torno a los conceptos de oposición al actual Gobierno. Tratarán de afirmar la confianza en la victoria electoral del PSOE; defender los conceptos de honradez, firmeza y seguridad; considerar el terrorismo como absolutamente contrario a los intereses populares y garantizar el estricto cumplimiento de su programa.

Los responsables de la campaña son, en primer lugar, Alfonso Guerra, coordinador que dirige y decide, en última instancia, todas las actividades de la campaña nacional, y junto con él, Guillermo Galeote, que dirige lo relacionado con propaganda; José Félix Tezanos, responsable de publicidad; Roberto Dorado, responsable de estudios e informes técnico-políticos; Mercedes de la Peña, responsable de análisis de la campaña y seguimiento de los partidos; Luis Pérez, encargado de coordinar el equipo de apoderados e interventores para el día de las votaciones; Miriam Soliman, responsable de las instalaciones y equipos de trabajo en la sede del partido; Helga Soto, jefa de la oficina de prensa que dirige la campaña en todo lo relacionado con medios de comunicación; Julio Feo, responsable de la campaña de actos dentro del sector propaganda, y Leopoldo Torres Boursault, que dirige la asesoría jurídica del partido para la campana

UCD: control de seis personas

La gerencia nacional de la campaña del partido gubernamental se ha encomendado a Joaquín Abril Martorell, hermano del vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y hasta hace poco alto ejecutivo de Enagás.

El gerente centraliza todo el dispositivo de la campaña y sólo da cuenta de su gestión al comité electoral nacional, presidido por Adolfo Suárez, y que integran Rafael Arias-Salgado, Manuel Núñez, Fernando Abril y Rodolfo Martín Villa. Los datos completos de la campaña los controlan estas seis personas.

La gerencia nacional cuenta con cuatro departamentos: medios de comunicación (Federico Ysart), publicidad (Sagarmina), producción y organización, a cargo de dos expertos ajenos al partido.

De la gerencia municipal dependen las provinciales, que coinciden generalmente con el secretario provincial, y en todo caso están encomendadas a miembros del partido que no son candidatos. Estas gerencias se montaron hace tiempo con vistas, teóricamente, a unas posibles elecciones municipales.

El comité nacional entiende que la campaña abarca a todo el país, es decir, no permitirá que varíen los mensajes según las zonas, salvo en Cataluña, donde se presentan como coalición.

PCE: autoservicio electoral

La campaña electoral del PCE tiene tres características principales: van unidas la programación para las legislativas y para las municipales, se plantea la gestión en forma descentralizada y el partido, su aparato y sus recursos, juegan un papel fundamental. Prácticamente lo hacen todo sin acudir a gestiones externas.

La planificación comenzó hace meses. Se formó una comisión central electoral integrada por cinco miembros y presidida por José González Jerez. Cada uno de los cinco miembros dirige una subcomisión que tiene, a su vez, varios asesores técnicos.

Cada organización provincial realiza su campaña por su cuenta, con presupuesto y planes propios, en todo lo que no cubre la comisión central.

CD: un hombre de hierro

Javier Santamaría ha sido nombrado director de la campaña de Coalición Democrática; procede de la empresa privada, y altas fuentes del grupo lo califican como «un hombre tan desagradable como todos los tecnócratas, aunque muy efectivo». El señor Santamaría, junto con un equipo en el que se integran fundamentalmente José Armengod, Vicente Mallach y José López, centraliza todos los aspectos del programa. Incluso lo candidatos de provincias han recibido un minicursillo en Madrid Aseguran que su campaña tratará de ofrecer soluciones concretas de gobierno, y los responsables suponen un equipo «reducido, pero muy efectivo».

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