El presidente de la Federación organizará la Vuelta a España

Como consecuencia de la reunión que tuvieron ayer el director general del Consejo Superior de Deportes, Benito Castejón, y el presidente de la Federación Española de Ciclismo, Luis Puig, y de la que después éstos sostuvieron con el ministro de Cultura, Pío Cabanillas, se puede asegurar que, bajo el nombre que sea, en 1979 habrá Vuelta Ciclista a España

A la vista de los acontecimientos, la Federación -pues parece absurdo hablar de entidades paralelas, que no existen- se decidió a dar el paso adelante para organizarla, aun a sabiendas de las tremendas dificultades de todo tipo que, s...

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Como consecuencia de la reunión que tuvieron ayer el director general del Consejo Superior de Deportes, Benito Castejón, y el presidente de la Federación Española de Ciclismo, Luis Puig, y de la que después éstos sostuvieron con el ministro de Cultura, Pío Cabanillas, se puede asegurar que, bajo el nombre que sea, en 1979 habrá Vuelta Ciclista a España

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A la vista de los acontecimientos, la Federación -pues parece absurdo hablar de entidades paralelas, que no existen- se decidió a dar el paso adelante para organizarla, aun a sabiendas de las tremendas dificultades de todo tipo que, sin duda, tendrá, en razón principalmente al poco tiempo del que dispone para ponerla en marcha. El presidente la dirigirá.A las ocho y media de la tarde aproximadamente salían del despacho de Pío Cabanillas Benito Castejón y Luis Puig, quienes manifestaron a EL PAIS que habían encontrado total apoyo por parte del ministro y que todos los estamentos estaban dispuestos a apoyar al segundo en su gestión. En lo único que las cosas no cambiarán para nada es en el aspecto económico, pues ni Ministerio, a través del Consejo, ni Federación dedicarán una sola peseta más de los dos millones que tiene asignados para la Vuelta.

«La Vuelta -manifestó Benito Castejón- se tendrá que patrocinar, como en el resto de los países, por sí sola; es más: en Francia, por ejemplo, es la Federación la que recibe dinero de los organizadores. Al margen de esto estamos dispuestos a apoyar cualquier gestión.» Por su parte, Luis Puig dijo que ya tenía autorización de la UCI para organizar la prueba y se mostró optimista, aunque no quiso descubrir ninguna de sus cartas. «A mí lo que me preocupa, sobre todo -dijo-, es que haya equipos profesionales en España que han basado todo en esta prueba y no se les puede dejar colgados. Esto es mucho más importante que el hecho en sí de que pueda o no celebrarse la Vuelta.»

El ministro autorizó, debido a las especiales circunstancias, a que temporalmente quede como presidente en funciones de la Española el vicepresidente Angel María de Pablos, para que, de esta manera, Luis Puig se dedique por entero a la organización de la Vuelta. El presidente tiene mucha confianza en que todo salga bien.

Luis Puig, al decirle que cómo podía organizar él en tan poco tiempo una prueba de esta categoría, manifestó que ya tenía larga experiencia en este tema, porque lo hizo muchas veces con la Vuelta a Levante y que, además, está muy dentro del mundo del ciclismo, y nada le resulta nuevo. De momento, el presidente no cuenta con que llegue a sus manos el dossier de los actuales organizadores sobre la Vuelta, basándose en unas declaraciones que éstos han hecho a los medios de comunicación, diciendo que no podrían pasárselos a la Federación porque no tenían nada. El presidente dijo claramente que no se lo creía, pero que, evidentemente, no los pedirá, ya que no está dispuesto a sufrir un desaire.

Uno de los capítulos más importantes será el concerniente a Televisión, y está gestión parece que fructificará positivamente, ya que aunque no se ha dicho nada parece claro que la nueva organización contará con el apoyo gubernamental a tales efectos.

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