Cartas al director

La polémica cultural catalana

Con respecto a la nota aparecida el 7 de enero, en la que se hace refierencia a la negativa a la edición de un texto de Federico Jiménez por parte de Iniciativas Editoriales, desearía puntualizar:1. Que, efectivamente, Iniciatias Editoriales -editora de la revista El Viejo Topo y de otras publicaciones- rechazó en su día editar en su colección Ucronía la recopilación de artículos, en su mayor parte ya publicados, que Federico Jiménez había reunido bajo el título «Lo que queda de España».

2. Que en ningún momento Iniciativas Editoriales había adquirido el compromiso de edición del...

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Con respecto a la nota aparecida el 7 de enero, en la que se hace refierencia a la negativa a la edición de un texto de Federico Jiménez por parte de Iniciativas Editoriales, desearía puntualizar:1. Que, efectivamente, Iniciatias Editoriales -editora de la revista El Viejo Topo y de otras publicaciones- rechazó en su día editar en su colección Ucronía la recopilación de artículos, en su mayor parte ya publicados, que Federico Jiménez había reunido bajo el título «Lo que queda de España».

2. Que en ningún momento Iniciativas Editoriales había adquirido el compromiso de edición del citado texto, ni con Federico Jiménez ni con Biel Mesquida, este último director de la colección Ucronía.

3. Que, como consecuencia de la negativa a editar el texto, Biel Mesquida dimitió -según pude enterarme por sus declaraciones a la prensa- de su cargo de director.

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4. Que el texto aparecido en Arte y Pensamiento, firmado por Federico Jiménez, intitulado «El destino cultural de la emigración en Cataluña» no estaba incluido en la recopilación de artículos que constituía la obra «Lo que queda de España», que presentó el señor Jiménez a esta editorial, por lo que difícilmente su publicación en EL PAIS puede conducir al camino de esclarecimiento que se menciona en la nota que lo precede.

5. De cualquier forma, y no ya como editor, sino como lector de EL PAIS, me alegra que el señor Jiménez se haya, finalmente, decidido a centrar la discusión en el terreno de las ideas, renunciando a utilizar el insulto y la injuria como hacía en los capítulos titulados «La mayor barbaridad» y «Escribir en castellano en Cataluña», que flguraban en la versión que me entrego de «Lo que queda de España».

Iniciativas Editoriales

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