Suaves descensos y poco negocio

La pasada semana ha resultado una de las menos significativas de las que últimamente recordamos, pues la actividad en los corros se veía reducida a un mero intercambio de pequeñas cantidades de títulos, sin que ni oferta ni demanda incidiesen de forma determinante en el comportamiento del mercado. La baja suave, pero continuada, a la que se veían sometidos la mayor parte de los valores contratados a diario, se fundamente en la existencia de un papel latente que aparece tan pronto como se lo permiten los saldos compradores, si bien, al estar su origen localizado en las proximidades del parquet ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La pasada semana ha resultado una de las menos significativas de las que últimamente recordamos, pues la actividad en los corros se veía reducida a un mero intercambio de pequeñas cantidades de títulos, sin que ni oferta ni demanda incidiesen de forma determinante en el comportamiento del mercado. La baja suave, pero continuada, a la que se veían sometidos la mayor parte de los valores contratados a diario, se fundamente en la existencia de un papel latente que aparece tan pronto como se lo permiten los saldos compradores, si bien, al estar su origen localizado en las proximidades del parquet y, por tanto, ser sobradamente conocedor de la actual coyuntura del mercado, prefiere no aparecer en su totalidad, e ir realizando conforme la situación se lo permite.Dos notas tan sólo destacaríamos, de lo sucedido en esta semana sin noticias. La fuerza que ha mostrado, Aguilas, quien con una plusvalía superior al 20%, marca la cota máxima de las recuperaciones en el ciclo que comentamos y, por el contrario, el comportamiento francamente desfavorable de Dragados, que dejaba veinte puntos, presionado por la oferta a lo largo de toda la semana, y para el que parece haber acabado el dinero, foráneo según la opinión más extendida, del que disfrutó la tanda anterior.

Los bancos, excepto en la última reunión, mostraron un comportamiento uniformemente negativo, y hubieron de ser apoyados por las emisoras. Al cierre del viernes, parecía existir algún dinero, asimismo extranjero, para el Central, aunque se desconocía su auténtica cuantía. El Popular, por su parte, y ante la proximidad de su junta, recuperaba dos enteros, a pesar de que le salía papel de «caja».

Las eléctricas daban muestras de una atonía cuando menos preocupante en valores de su tradicional liquidez, y a diario sobraban la mayor parte de los minutos destinados a contratar en sus corros.

En resumen, ha sido una semana de puro trámite, en la que tan sólo dos extremos han quedado relativamente claros. De una parte la existencia de un papel probablemente de origen institucional, que suave, pero insistentemente, provoca la erosión de los cambios, y de, otra, las posturas de espera, hasta la celebración de las próximas elecciones legislativas, adoptadas por buena parte de los habituales.

Archivado En