Una niña de cinco años pudo ser raptada por su madre

María José Raigal López, de cinco años, adoptada por el matrimonio compuesto por Antonio Raigal y Francisca López, a los diez días de su nacimiento es buscada por la policía, veinticuatro días después de que desapareciera cuando jugaba sola cerca de la vivienda familiar en el barrio del Pilar. La desaparición de la niña coincidió con la salida del Hospital Penitenciario de Aurora Cifuentes, madre de la pequeña, que había recibido un permiso navideño. Según informaron fuentes policiales al término del citado permiso, que era de siete días, la señora Cifuentes no regresó al centro penitenciario,...

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María José Raigal López, de cinco años, adoptada por el matrimonio compuesto por Antonio Raigal y Francisca López, a los diez días de su nacimiento es buscada por la policía, veinticuatro días después de que desapareciera cuando jugaba sola cerca de la vivienda familiar en el barrio del Pilar. La desaparición de la niña coincidió con la salida del Hospital Penitenciario de Aurora Cifuentes, madre de la pequeña, que había recibido un permiso navideño. Según informaron fuentes policiales al término del citado permiso, que era de siete días, la señora Cifuentes no regresó al centro penitenciario, por lo que, ante la denuncia de los padres adoptivos, se pensó que pudiera haberse llevado a María José.Esta hipótesis, a pesar de los esfuerzos de la policía y de la familia, no ha podido ser comprobada, ya que, aunque la mujer, que, según la policía, tiene antecedentes por prostitución, ha sido identificada en algunos clubs de Oviedo, Barcelona y la Costa Brava, en ninguna ocasión fue vista con la niña. Además, un hombre, del que se desconoce la identidad, empezó a realizar días después de la desaparición llamadas a la familia en la que preguntaba cuánto dinero podían entregarle a cambio de la niña. «Habló con mi madre y mi hermana unas tres veces y la última vez quedaron en que él iba a acudir a la estación de Atocha, donde se iba a presentar mi madre, pero se presentó mi padre y no vio a nadie. A partir de entonces sólo llaman y cuando nos ponemos cuelgan el teléfono; hoy, por ejemplo, ya lo han hecho cuatro veces», manifestó a EL PAIS Javier, de catorce años, hermano de María José.

Según la versión de Javier, «mi madre había vestido a mi hermana para ir a ver si estaban puestos los Reyes Magos y la dejó que jugara en la calle antes de irse; cuando fue por ella ya no estaba». Javier es el tercero de los cuatro hermanos que, contando a María José, tiene el matrimonio Raigal.

Sin resultado

Al conocer la noticia de que la madre de la niña había quebrantado la condena y que podía encontrarse en Oviedo. en donde viven sus padres, los señores Raigal se trasladaron a esta Provincia y después a Barcelona, sin obtener resultados positivos. En la mañana de ayer el señor Raigal se había trasladado a Alcalde de Henares, en donde vive una amiga de la huida, para intentar conseguir algún dato. «Durante estos cinco años la señora vino algunas veces y le trajo chocolatinas, mi madre le decía que era su tía. Hace un año María José desapareció, durante tres o cuatro horas y después esa señora la trajo otra vez a casa. La señora le había dicho que era su madre y no su tía. Ahora se la ha llevado y a nosotros nos gustaría que apareciera cuanto antes.»

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