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En la sesión de ayer por la mañana, dos acontecimientos influyeron de modo determinante en el comportamiento del mercado.De un lado, desde primera hora de la mañana se comentaban, y en general desfavorablemente, los proyectos en materia económica, que el Gobierno, por boca de su vicepresidente segundo, señor Abril Martorell, diera a conocer a los medios de información el martes. Y de otro, la sanción a la Constitución que, pocos minutos después de concluir la sesión, llevaría a cabo Su Majestad el Rey en el palacio de las Cortes.

Estas dos circunstancias, encontradas entre sí, dieron lu...

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En la sesión de ayer por la mañana, dos acontecimientos influyeron de modo determinante en el comportamiento del mercado.De un lado, desde primera hora de la mañana se comentaban, y en general desfavorablemente, los proyectos en materia económica, que el Gobierno, por boca de su vicepresidente segundo, señor Abril Martorell, diera a conocer a los medios de información el martes. Y de otro, la sanción a la Constitución que, pocos minutos después de concluir la sesión, llevaría a cabo Su Majestad el Rey en el palacio de las Cortes.

Estas dos circunstancias, encontradas entre sí, dieron lugar a una sesión con el ambiente enrarecido, donde, si bien se apreciaba una mayor presencia de órdenes vendedoras sobre el parquet, no es menos cierto que los valores punteros daban muestras de cierta resistencia y se mantenían en niveles similares, e incluso superiores, a los de jornadas anteriores. Este es el caso de Petróleos y Telefónica, que recuperaban posiciones de consideración y tenían una importancia determinante con su comportamiento, dado su peso específico en la composición del índice general, en la discreta recuperación de éste.

En el capítulo de cupones de los valores eléctricos hemos asistido, a primera hora, a una avalancha de ventas que el dinero existente en los corros se veía incapaz de cubrir, por lo que cedían algún cuartillo, para llegar a presentar un cierre radicalmente distinto, donde se generalizaban los voceos compradores, sobre todo del de Hidrola, sin que apareciese papel.

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