Los jugadores del Barcelona, contra la prensa

Los jugadores del Barcelona mantienen huelga de palabras caídas. Esto es lo que ellos entienden como solución adecuada a los problemas del Barga. En los últimos días se ha escrito y hablado mucho sobre todo lo que acontece dentro y fuera del club azulgrana; con razón o sin ella, acertando o errando, pero siempre sirviendo a la información. A los jugadores esto no les gusta. Para ellos el informador debe actuar de turiferario, volteador de campanas y sacristán de incienso... tenga o no tenga razón, acertando o errando. Periódicamente y con una frecuencia cada vez más intensa, los profesionales ...

Los jugadores del Barcelona mantienen huelga de palabras caídas. Esto es lo que ellos entienden como solución adecuada a los problemas del Barga. En los últimos días se ha escrito y hablado mucho sobre todo lo que acontece dentro y fuera del club azulgrana; con razón o sin ella, acertando o errando, pero siempre sirviendo a la información. A los jugadores esto no les gusta. Para ellos el informador debe actuar de turiferario, volteador de campanas y sacristán de incienso... tenga o no tenga razón, acertando o errando. Periódicamente y con una frecuencia cada vez más intensa, los profesionales del balón se encuentran con un escándalo que trasciende, unas declaraciones que ven la luz pública, una crítica que escuece o simplemente una opinión que no comparten. Entonces arriban a su infantil venganza: «Ahora no hablamos», y además valoran, desde su ignorante prisma, el alcance de la heroica decisión: «Ya veremos así cómo se llenan las páginas de los diarios.» No se puede soslayar que en algunas ocasiones los jugadores se pueden encontrar con manipulaciones y falsedades. Al igual que hay futbolistas mentirosos, también hay periodistas que mienten. Sí, de acuerdo. Para eso está el derecho de réplica, la propia unión de periodistas deportivos, y si me apuran, los tribunales ordinarios. Ese es el camino. Camino muy difícil de recorrer si los normalmente despistados futbolistas se encuentran con las veladas, pero reconocibles, aprobaciones de un presidente que ve con buenos ojos esta ridícula venganza del silencio.Para colmo, los pateadores barcelonistas parece que han heredado del montalismo esa inveterada costumbre de las «notas». Así se ha anunciado ya que el próximo martes se facilitará una «nota oficial» de los jugadores -censurada por la directiva- en la que, a no dudar, se expondrán las irrazonables razones de su sonoro silencio. Esperemos, pues, al martes, para conocer el cómo y el por qué de este silencio.