Cartas al director

Umbral y los vascos

Soy un asiduo y entusiasta lector de Francisco Umbral desde sus comienzos periodísticos. Sigo admirando su estilo y disfrutando con su ironía. Pero desde que es importante se está erigiendo en supremo Dios, que premia a los buenos y castiga a los malos, y me empieza a resultar cargante.Publica en EL PAÍS un artículo en que, aprovechando un elogio a Leguineche (un buen periodista, desde luego), nos adoctrina a los vascos sobre lo que tenemos que hacer o evitar. Recuerda que si te quieres conocer a ti mismo debes dar la vuelta al mundo y concluye que para conocer y desarrollar una etnia hay que ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Soy un asiduo y entusiasta lector de Francisco Umbral desde sus comienzos periodísticos. Sigo admirando su estilo y disfrutando con su ironía. Pero desde que es importante se está erigiendo en supremo Dios, que premia a los buenos y castiga a los malos, y me empieza a resultar cargante.Publica en EL PAÍS un artículo en que, aprovechando un elogio a Leguineche (un buen periodista, desde luego), nos adoctrina a los vascos sobre lo que tenemos que hacer o evitar. Recuerda que si te quieres conocer a ti mismo debes dar la vuelta al mundo y concluye que para conocer y desarrollar una etnia hay que contrastar con otros pueblos y geografías. Excelente conclusión que Umbral debía aplicarse a sí mismo, porque las embestidas que dedica desde su campanario cortesano capitalino demuestran un absoluto desconocimiento del pueblo vasco. No debe viajar mucho el señor Umbral.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En