Duplicidad de records: el manual y el eléctrico

El atletismo es uno de los deportes que más provecho ha sacado de la tecnología en cuestión de aparatos le medida. La lucha contra el récord se ha afinado tanto que ya no valen las décimas de segundo; hacen falta hasta las centésimas. A España llegó, por fin, el cronometraje eléctrico, fabuloso regalo de Anselmo López, y así se tomaron los tiempos en los campeonatos de España.Hasta hace muy poco, los atletas españoles sólo podían lograr tiempos eléctricos en el extranjero. Comenzó entonces una dupticidad de récords, el manual y el eléctrico. Para unificarlos era preciso sumar veinticuatro cent...

El atletismo es uno de los deportes que más provecho ha sacado de la tecnología en cuestión de aparatos le medida. La lucha contra el récord se ha afinado tanto que ya no valen las décimas de segundo; hacen falta hasta las centésimas. A España llegó, por fin, el cronometraje eléctrico, fabuloso regalo de Anselmo López, y así se tomaron los tiempos en los campeonatos de España.Hasta hace muy poco, los atletas españoles sólo podían lograr tiempos eléctricos en el extranjero. Comenzó entonces una dupticidad de récords, el manual y el eléctrico. Para unificarlos era preciso sumar veinticuatro centésimas a los récords manuales en cien metros y cien vallas y catorce en cuatrocientos metros y cuatrocientos vallas. Por ejemplo, el récord nacional manual de cien metros, establecido en 10-3, equivalía al 10-54 eléctrico.

En los campeonatos de España hubo varios récords. Un lector, José Antonio Ferreira González, cree que dimos una información equivocada. No es así. En el primer párrafo de la información sobre la última jornada de los campeonatos se decía que habían sido batidos cuatro récords, «el primero de ellos fue absoluto y los otros tres eléctricos». La diferencia ya estaba hecha.

Se pregunta el señor Ferreira: «¿Cómo es posible batir un récord de España de cuatrocientos metros lisos con un tiempo de 46-68, si en el año 68, creo, Galloso ya corrió en 46-2, sí, cronometrados manualmente, pero que equivalen, como mucho, a 46-40?» Es posible, porque se hablaba de récords eléctricos. y éste estaba establecido en 46-78. Galloso, efectivamente, hizo 46-2, no en el año 68, sino el 7 de abril del 69. Cuando un atleta logre hacer 46-34 eléctricamente igualará el récord absoluto.

Una nueva pregunta del señor Ferreira es: «¿Cómo es posible dar como récord absoluto el tiempo de 50-77 en cuatrocientos metros vallas conseguido por Alonso, ignorando olímpicamente que Soriano en el año 72 ya había corrido en un tiempo de 49-8 que, asimismo, equivalen, como mucho, a 50-00 eléctricos...?» Alonso hizo en el campeonato de España 50-71, que es récord nacional eléctrico, puesto que éste estaba establecido en 50-88 cuando Soriano corrió en los Juegos Olímpicos de Munich.

Por último, el señor Ferreira pregunta: «¿Cómo se pueden aceptarlos 24-81 conseguidos también por Ela Cifuentes en los mismos campeonatos como récord de España absoluto en doscientos metros lisos, si Rosa Colorado, en el año 76, creo, corrió en 24-2 la distancia, que, como mucho, equivalen a 24-50 eléctricos?» En este caso tampoco se habló en ningún momento de récord nacional absoluto, sino eléctrico, que estaba fijado en 24-82.