"La Constitución es buena porque no nos gusta a todos"

«La Constitución es buena porque no nos gusta a todos», dijo ayer en Valencia Emilio Attard. presidente de la comisión constitucional del Congreso y diputado de UCD, ante varíos centenares de comensales reunidos en un conocido restaurante para participar en el homenale convocado por políticos, empresarios y profesionales valencianos. con motivo de la imposición al ilustre abogado de la Gran Cruz de Isabel La Católica.En torno a una mesa redonda se sentó la presidencia formada por el homenajeado: José Luis Albiñana, presidente del Consejo del País Valenciano; Emilio Lamo de Espinosa, minist...

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«La Constitución es buena porque no nos gusta a todos», dijo ayer en Valencia Emilio Attard. presidente de la comisión constitucional del Congreso y diputado de UCD, ante varíos centenares de comensales reunidos en un conocido restaurante para participar en el homenale convocado por políticos, empresarios y profesionales valencianos. con motivo de la imposición al ilustre abogado de la Gran Cruz de Isabel La Católica.En torno a una mesa redonda se sentó la presidencia formada por el homenajeado: José Luis Albiñana, presidente del Consejo del País Valenciano; Emilio Lamo de Espinosa, ministro de Agricultura; Manuel Pérez Olea, gobernador Civil de Valencia; Ignacio Carrau, presidente de la Diputación, y Eduardo Molero, miembro de la ejecutiva de UCD-Valencia. En mesas contisiuas se encontraban el alcalde de Valencia, Miguel Ramón Izquierdo, y una larga lista de parlamentarios valencianos y miembros del Gobierno preautonómico.

Emilio Attard recordó los principios que había querido ejercer desde la presidencia de la comisión y destacó entre ellos el respeto a las minorías, «porque la Constitución ha de ser últil por varias décadas. para cualquiera que gane la confianza del pueblo y deba gobernar». Hizo referencia a la absoluta libertad de expresión practicada durante las veinticuatro sesiones con un espíritu concordante y transisiente, característica que hacía merecedores a los 36 diputados de la comisión del calificativo «cuerdos de la tolerancia », en lugar de «locos de Attard». Tuvo especlales menciones para el socialista Peces-Barba, «exhuberante en derecho». dijo, y el comunista Solé Tura, por «su sentido pragmático Y posibilismo en la convivencia». Finalizó su intervención solicitando el apoyo al Consejo del País Valenciano, porque «nos encontramos en el punto de partida para reivindicar nuestra identidad».

La intervención del presidente Albiñaría estuvo dedicada a un Emilio Attard amigo, compañero de profesión, político y valenciano. Justificó su presencia en este acto en tanto que socialista, por la necesidad de participar en un patrimonio común por encima de antagonismos y diferencias ideológicas. «El Consejo está siendo una institución avalada por todos los sectores de la sociedad valenciana -dijo más adelante-. Los valencianos estamos quemando muy rápidamente la indiferencia política que en épocas pasadas nos ha caracterizado. Hoy somos capaces de actuar en la atalaya de los problemas del Estado y la actuación de Emilio Attard es eI testimonio más claro de esta presencia.»

Enviaron adhesiones al acto, Adolfo Suárez. presidente del Gobierno. y varios miembros de su Gabinete (Abril. Gutiérrez Mellado. Oreja. Martín Villa, Clavero, Lavilla y Cavero).

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