Baloncesto

Luyk y Ramos: dos trayectorias distintas y un mismo homenaje

Para despedir definitivamente la temporada, esta tarde el homenaje a Luyk y Ramos. Parece que en el baloncesto se lleva lo de emparejar a los jugadores para ofrecerles el homenaje. Se hizo con Emiliano y Buscató y ahora se hace con Luyk y Ramos. Y, como entonces, surge el problema, o por lo menos el dilerna, de quién debe ir primero. No obstante, en el primer caso la cosa Iparecía más justificada y además se hicieron dos partidos.

Ahora todo es bastante distinto. Resulta muy difícil encontrar paralelismo en la trayectoria de estos dos jugadores. Cualquier aficionado sabe que nada tienen...

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Para despedir definitivamente la temporada, esta tarde el homenaje a Luyk y Ramos. Parece que en el baloncesto se lleva lo de emparejar a los jugadores para ofrecerles el homenaje. Se hizo con Emiliano y Buscató y ahora se hace con Luyk y Ramos. Y, como entonces, surge el problema, o por lo menos el dilerna, de quién debe ir primero. No obstante, en el primer caso la cosa Iparecía más justificada y además se hicieron dos partidos.

Ahora todo es bastante distinto. Resulta muy difícil encontrar paralelismo en la trayectoria de estos dos jugadores. Cualquier aficionado sabe que nada tienen en común Ramos y Luyk, salvo el que hayan pertenecido durante una serie de años al mismo club. Todo en ellos es diferente. Sin embargo, el aficionado se ve obligado a admitir este doble homenaje. Lo de «fabricarse» ídolos deportivos es algo muy personal y habrá quien quiera aplaudir a uno e inhibirse con el otro. Pero le va a resultar difícil.Clifford Luyk llegó a España con veintiún años y ahora tiene treinta y siete. Se ha dejado toda unajuventud en las canchas de baloncesto con la camiseta del Real Madrid primero y de la selección española después. Hajugado nada menos que dieciséis temporadas con los blancos. En ellas ha obtenido catorce campeonatos de Liga, diez campeonatos de España y es el único jugador de Europa que ha conseguido ganar seis copas de Europa. Ha marcado una época en el Madrid y sobre todo en la selección, con la que jugó en 150 ocasiones y que empezó a auparse desde que Luyk se incorporó a ella al nacionalizarse. Parece que todo esto no ha sido suficiente para que se le diera un homenaje a él solo.

Todo hace pensar que Saporta, que conoce a sus jugadores mejor que nadie, haya pensado que la figura de Luyk necesitaba el respaldo de la otra figura, Ramos, con menos palmarés, pero mucho más popular que su compañero, que por su condición humana no goza de las simpatías del base madridista, porque todo el rnundo sabe que no todo consiste en tirar ganchos. Es la única razón de ser de este doble homenaje, en el que uno con 37 años, terriblemente explotado y exprimido en parte por su gran pundonor en lit cancha, ya tiene que retirarse, frente a un jugador como Vicente Ramos en plenas facultades y con varios años de baloncesto por delante. Un jugador que si no está en plena forma es porque no se le ha hecho jugar, pero del que nadie se explica cómo puede dejar el baloncesto activo. El que un hombre haya pertenecido durante diez años a un club como el Real Madrid no debe significar nunca que se le arrincone y «jubile » de esta forma.

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