El cierre de la factoría de Recalde, básico para Echevarría

José Luis Echevarría, presidente de la empresa del mismo nombre reconoció ayer en la junta general de accionistas celebrada en Bilbao, que el ejercicio de 1977 -con 387 millones de pérdidas- ha sido duro y lleno de dificultades para la empresa que conoce desde hace dos años «vacas flacas» (pérdidas también en 1976 de más de 150 millones).

Señaló el señor Echevarría que la actual factoría de Recalde, situada en pleno casco de Bilbao, con pérdidas de hasta ochocientos millones anuales, es un «cáncer» que sufre la empresa. «Conocemos años negrísimos en los que ha sido imposible repartir be...

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José Luis Echevarría, presidente de la empresa del mismo nombre reconoció ayer en la junta general de accionistas celebrada en Bilbao, que el ejercicio de 1977 -con 387 millones de pérdidas- ha sido duro y lleno de dificultades para la empresa que conoce desde hace dos años «vacas flacas» (pérdidas también en 1976 de más de 150 millones).

Señaló el señor Echevarría que la actual factoría de Recalde, situada en pleno casco de Bilbao, con pérdidas de hasta ochocientos millones anuales, es un «cáncer» que sufre la empresa. «Conocemos años negrísimos en los que ha sido imposible repartir beneficios, elevar la cotización de las acciones (al 40% hoy) y proceder a ampliaciones. La solución económica a la empresa es el cierre de la factoría de Recalde y la puesta en marcha a partir de enero de la nueva planta de Basauri con lo que se podría hacer frente al programa de inversiones. Creemos que entonces nuestra sociedad entrará en una línea de rentabilidad. Con la citada planta «a tope» y la consolidación de las unidades inmobiliarias y de ventas al extranjero (en el actual ejercicio las hemos aumentado en un 30%). Echevarría no sólo será una empresa nueva sino que se puede colocar a la cabeza del sector.»Para paliar el déficit actual, la empresa Echevarría ha puesto en marcha un plan de acción, que en palabras de su consejero delegado, Alberto Unzurrunzaga, se basa en cuatro pilares: la recuperación de capital derivado de la segunda acción concertada (sólo se han cobrado 185 millones; la reestructuración de la plantilla en más de 1.100 trabajadores (quedarán en 3.800), que unidos a las quinientas que causarán baja natural supone una gran reducción; captación de recursos financieros (por valor de 2.000 millones), -operación cerrada hace unos días-, y una serie de acciones de supervivencia.

Recordó el señor Unzurrunzaga que durante el pasado ejercicio la sociedad obtuvo préstamos a largo plazo por valor de 658,9 millones de pesetas (450 a través de un pool de bancos nacionales y doscientos provenientes de las cajas de ahorros). El capital social de la sociedad es de 1.708 millones de pesetas.

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