El PCE votó a favor

En relación al artículo de Alfonso Carlos Comín, publicado el pasado día 10 en Tribuna libre, y como miembro de una confesión religiosa cristiana evangélica, por tanto, afectado personal y socialmente por la redacción definitiva del artículo 15 del proyecto de Constitución, especialmente su párrafo tercero, sobre libertad religiosa, quisiera recordar al señor Comín que el partido al que pertenece como miembro de su comité ejecutivo, votó a favor de dicha redacción junto a UCD y AP, por lo que las críticas y lamentos que lanza en el citado artículo debía dirigirlos también a su propio pa...

En relación al artículo de Alfonso Carlos Comín, publicado el pasado día 10 en Tribuna libre, y como miembro de una confesión religiosa cristiana evangélica, por tanto, afectado personal y socialmente por la redacción definitiva del artículo 15 del proyecto de Constitución, especialmente su párrafo tercero, sobre libertad religiosa, quisiera recordar al señor Comín que el partido al que pertenece como miembro de su comité ejecutivo, votó a favor de dicha redacción junto a UCD y AP, por lo que las críticas y lamentos que lanza en el citado artículo debía dirigirlos también a su propio partido y así mencionarlo. Si los comunistas creyeron que votando en contra no iban a «favorecer la paz civil y religiosa», argumento exagerado y sociológicamente discutible, ¿por qué, al menos en conciencia, no se abstuvieron? Después de cuarenta años de confesionalidad del Estado, ésta sigue, aunque sea de una manera solapada.No se preocupe el señor Comín por la «bofetada a nuestros hermanos protestantes». Estamos acostumbrados. La bofetada ha sido más amplia, se la han dado ellos mismos al favorecer un texto condicionado, gracias al temor al «rapto colérico» por parte de la Iglesia católica, se la han dado a todo el país al favorecer a una Institución, se la han dado a uno de los más fundamentales derechos humanos, se la han dado a esa propia Institución que no se resigna a abandonar privilegios, alejándose así del modelo de Jesucristo y de su enseñanza: el servicio a los demás, no al revés.