La Guardia Civil investiga una posible venta ilegal de armas
La muerte de Isabel Bravo Molina, de veintisiete años, esposa del ex torero Tinín, se debió a un accidente, tal y como informaba EL PAIS en su edición de ayer; al parecer, la investigación que se ha seguido parece confirmarlo. Sin embargo, aún hay un punto ajeno al accidente y que ha promovido una nueva investigación. El regalo de un arma realizado, al parecer, por Faustino Inchausti, Tinín, a su esposa, días después de que ésta sufriera un robo en su propio domicilio, ha creado cierto interés entre los encargados de esclarecer el caso.
La falta de licencia del arma, unido a que la pist...
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La muerte de Isabel Bravo Molina, de veintisiete años, esposa del ex torero Tinín, se debió a un accidente, tal y como informaba EL PAIS en su edición de ayer; al parecer, la investigación que se ha seguido parece confirmarlo. Sin embargo, aún hay un punto ajeno al accidente y que ha promovido una nueva investigación. El regalo de un arma realizado, al parecer, por Faustino Inchausti, Tinín, a su esposa, días después de que ésta sufriera un robo en su propio domicilio, ha creado cierto interés entre los encargados de esclarecer el caso.
La falta de licencia del arma, unido a que la pistola desapareció durante algunas horas, después del accidente en el que la señora Bravo se disparó en broma en la cabeza para demostrar a su cuñada que una vez sacado el cargador no había peligro en su utilización, han hecho que se ordene una investigación sobre la procedencia de la pistola.Según manifestó ayer a EL PAIS el señor Inchausti Díaz, padre del ex torero, «mi hijo no conocía a la persona que le vendió el arma. Sólo sé que tenía que ir a buscarla a una oficina particular de venta de pisos que hay en Alcobendas. Allí encontraría la pistola y tendría que dejar 8.000 pesetas. La pistola estaba, al parecer, envuelta en un paquete de tal forma que no se podía saber lo que había en él».
Posteriormente, el mismo Tinín manifestó a un redactor: «Si quiere usted saber algo, acuda a los papeles oficiales. Yo no puedo aclararle nada.»
En medios próximos a la Guardia Civil se especula con que el arma que apareció en la tarde del Iunes, debajo de un mueble secreter y que poseía algunas cifras visibles de su numeración, podría pertenecer a un «hombre de uniforme», al parecer ya retirado. Sobre esta hipótesis se está investigando con el fin de encontrar al vendedor del arma, basándose en los datos que se poseen.