Alitalia, 1.200 millones de pesetas de beneficios en 1977

Restablecer la rentabilidad de la compañía y recuperar la fe del usuario fueron los objetivos primordiales de gestión, expuestos por el presidente de Alitalia, Umberto Nordio, en la presentación de los datos del ejercicio 1977 de las líneas aéreas italianas. Dicho ejercicio concluyó con un balance positivo de casi 1.200 millones de pesetas (11.122 millones de liras), con un total de 6,7 millones de pasajeros transportados, un 16,3% más que en el año precedente.

Cara al futuro de la compañía, el señor Nordio expresó su preocupación por mejorar progresivamente la calidad de los servicios,...

Restablecer la rentabilidad de la compañía y recuperar la fe del usuario fueron los objetivos primordiales de gestión, expuestos por el presidente de Alitalia, Umberto Nordio, en la presentación de los datos del ejercicio 1977 de las líneas aéreas italianas. Dicho ejercicio concluyó con un balance positivo de casi 1.200 millones de pesetas (11.122 millones de liras), con un total de 6,7 millones de pasajeros transportados, un 16,3% más que en el año precedente.

Cara al futuro de la compañía, el señor Nordio expresó su preocupación por mejorar progresivamente la calidad de los servicios, en lo que podría incluirse la renovación de la flota -que deberá ser prácticamente total de aquí al final de los años ochenta- y las mejoras en puntualidad, atención al pasajero, cobertura de líneas, instalaciones en tierra y otras. Concretamente, el presidente de Alitalia anunció que antes de fin de año se procederá a ultimar el programa de renovación de la flota -actualmente de 65 aparatos-, al tiempo que se amplía en orden a sus necesidades. Dentro de esté programa, se contempla la posibilidad de que se adquieran entre seis y doce unidades del Airbús (véase EL PAIS de ayer), complementados con otro tipo de aparatos de las grandes compañías norteamericanas, Boeing y Douglas McDonald.El capital social de la compañía fue incrementado de 100.000 a 120.000 millones de liras (12.000 millones de pesetas), tras una reducción de 40.000 millones (4.000 millones de pesetas) destinada a cubrir las pérdidas del ejercicio de 1976. Esta variación del capital despertó viva polémica en diversos sectores italianos, por considerar constituía un trato de favor a la compañía aérea por parte del socio mayoritario, el IRI (holding estatal), en detrimento de otras empresas de su grupo. Por cierto, que el presidente de Alitalia justificó esta modificación en la estructura financiera, señalando que, en caso de no haberse producido, la sociedad hubiera ido a la quiebra el pasado ejercicio.

Interrogado sobre la apertura de nuevas líneas, el presidente de la compañía señaló que ello se produciría siempre que la demanda lo justificara, ya que el criterio de rentabilidad debía prevalecer por encima de todo. Finalmente, el señor Nordio desmintió que Alitalia proyectara variar su estrategia sobre las tarifas del Atlántico Norte, señalando que en la próxima reunión de la IATA, en Toronto, el próximo mes de junio, uno de los principales temas a debatir sería la unificación definitiva de todas las tarifas para vuelos regulares. Así mismo, quedó desmentida la posible incorporación a la flota de la compañía italiana de aviones Concorde.