Han sido asumidas muchas de las 3.200 enmiendas al anteproyecto definitivo de la Constitución

Con la publicación en el Boletín Oficial de las Cortes de ayer del anteproyecto definitivo de la Constitución, ha empezado a contar el plazo de quince días que debe mediar, según el reglamento del Congreso, entre dicha publicación y la iniciación de los debates en la Comisión. El plazo finaliza el viernes 5 de mayo, por lo que el presidente de la Comisión, Emilio Attard, convocará a los miembros de la misma para dicho día.En el informe de la ponencia que acompaña al texto del anteproyecto se afirma que se han estudiado todas y cada una de las 3 100 enmiendas que se admitieron a trámite....

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Con la publicación en el Boletín Oficial de las Cortes de ayer del anteproyecto definitivo de la Constitución, ha empezado a contar el plazo de quince días que debe mediar, según el reglamento del Congreso, entre dicha publicación y la iniciación de los debates en la Comisión. El plazo finaliza el viernes 5 de mayo, por lo que el presidente de la Comisión, Emilio Attard, convocará a los miembros de la misma para dicho día.En el informe de la ponencia que acompaña al texto del anteproyecto se afirma que se han estudiado todas y cada una de las 3 100 enmiendas que se admitieron a trámite. «Una considerable parte de las mismas -se añade- han sido asumidas total o parcialmente en su literalidad o en su espíritu». El texto publicado incluye las argumentaciones de los miembros de la ponencia para rechazar o aceptar dichas enmiendas. Los votos particulares, que fueron formulados por los propios ponentes, no son objeto de este informe. Así, el voto particular del PSOE sobre la forma de Gobierno -Monarquía o República- no ha sido rechazado ni aceptado, y será planteado directamente ante la Comisión.

El representante socialista, Gregorio Peces Barba -prosigue el informe de la ponencia- no participó en las reuniones relativas a las comunicades autónomas, la disposición adicional nueva (sobre el acceso a la autonomía), así como en las transitorias y finales (la más importante de las cuales establece que las actuales Cámaras proseguirán su mandato), la reordenación sistemática del anteproyecto y la revisión de algunos artículos pendientes.

El texto definitivo del anteproyecto comprende 161 artículos repartidos en diez títulos, y su contenido ya ha sido ampliamente difundido por la prensa.

Particular interés tienen las argumentaciones de la ponencia en relación con las enmiendas presentadas al artículo primero en el que se define la forma del Estado y del Gobierno. No se aceptan las modificaciones propuestas por los señores Carro (AP), Letamendía (Euskadiko Esquerra), Rosón (UCD) y el Grupo Mixto, por entender que el contenido de las mismas se recoge de forma general en el texto aprobado. El señor Carro, por ejemplo, proponía que se definiera a España como «una Monarquía democrática, social y plural» y como «una nación integrada por diversos pueblos que tienen derecho a gobernarse autónomamente». El texto de la ponencia afirma que «España es un Estado social y democrático de derecho» y que su forma política «es la Monarquía parlamentaria».

Se aceptó, con el acuerdo de UCD, PSOE, PCE y minoría catalana, que, como sugería el señor Carro, se añadiera el calificativo de «nacional» a la soberanía. El texto aprobado dice, pues, «la soberanía nacional reside en el pueblo español».

En relación con estos mismos puntos se han rechazado enmiendas del señor Letamendía y del Grupo Vasco, por entender la ponencia que el concepto de pueblo como titular de la soberanía no debe aplicarse separadamente a las distintas comunidades que integran la nación.

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La expresión «fórmula política» que había sido objeto de diversas enmiendas se mantiene por estimarse que es más genérica y amplia que las propuestas de «forma de Estado» y «forma de Gobierno». Una enmienda del señor Ortí Bordas, que proponía un apartado sobre «la unidad e indivisibilidad de la nación española», se considera aceptada al quedar redactado el artículo segundo en los siguientes términos: «La Constitución se fundamenta en la unida de España como patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que integran la indisoluble unidad de la nación española.»

(Mañana, EL PAIS publicará el texto íntegro del anteproyecto)

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