EEUU: un joven de dieciséis años, nueva víctima del boxeo

Un boxeador aficionado de dieciséis años de edad, Michael Flynn, falleció como consecuencia de un paro cardiaco, en el tercer asalto de su combate contra Joe Rivers, durante el torneo de los Guantes de Oro, que se disputa en la ciudad estadounidense. Aunque fue trasladado urgentemente al Central Methodist Hospital, falleció poco después de ser internado.El doctor Tom Coburn, encargado de la vigilancia médica al borde del ring, declaró que Flynn fue totalmente dominado por su rival, muy superior al púgil fallecido, que militaba en la categoría de los superligeros. Aunque aseguró que no había re...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un boxeador aficionado de dieciséis años de edad, Michael Flynn, falleció como consecuencia de un paro cardiaco, en el tercer asalto de su combate contra Joe Rivers, durante el torneo de los Guantes de Oro, que se disputa en la ciudad estadounidense. Aunque fue trasladado urgentemente al Central Methodist Hospital, falleció poco después de ser internado.El doctor Tom Coburn, encargado de la vigilancia médica al borde del ring, declaró que Flynn fue totalmente dominado por su rival, muy superior al púgil fallecido, que militaba en la categoría de los superligeros. Aunque aseguró que no había recibido un gran castigo durante la pelea, Coburn añadió que en el tercer round cayó repentinamente hacia atrás, golpeándose contra el tapiz. El médico subió rápidamente al cuadrilátero y le aplicó al boxeador técnicas de reanimación cardiológicas y pulmonares, sin que el muchacho recobrase el conocimiento.

Incidentes en Almería

En cuanto al entierro de Rubio Melero, se produjeron ayer nuevos incidentes a la llegada de sus restos a Almería. El féretro que contenía el cadáver, fue trasladado a hombros por un grupo de familiares, amigos y vecinos desde el cementerio almeriense, adonde había llegado el furgón poco antes de las ocho de la mañana procedente de Madrid, hasta la casa de sus padres, a unos cuatro kilómetros, en lugar de ser enterrado a la hora prevista. Aproximadamente a las diez y cuarto de la mañana, un grupo de personas forzó el furgón «secuestrando» el féretro.

La comitiva que se organizó provocó un embotellamiento en la carretera general, produciéndose escenas de dolor y gritos por parte de los familiares, que acusaban a las autoridades deportivas, preparadores y árbitro, de la muerte del boxeador. Después de haberse improvisado una capilla ardiente en una de las habitaciones del domicilio paterno, ante la que desfilaron varios centenares de personas por espacio de dos horas, se celebró una misa de «corpore insepulto» en un almacén habilitado a tal efecto en la barriada almeriense de El Puche, donde reside la familia. El cadáver fue trasladado posteriormente hasta el cementerio de San José, donde poco minutos después de las dos fue definitivamente enterrado.

Por otra parte, la Federación Española de Boxeo, en nota informativa, ha desmentido que el ministro de Cultura, Pío Cabanillas, tuviera que abandonar el velatorio del cadáver del infortunado boxeador en Madrid a consecuencia de los insultos que -según se había afirmado- le profirieron los familiares del púgil fallecido.

Epiel, restablecido

El boxeador berlinés Joerg Epiel parece haberse restablecido después de haber estado en coma durante veinticuatro días. El púgil recibió a algunos periodistas en el hospital Saint Urban, de Berlín Oeste, y regresará a casa lo más rápidamente posible.

Archivado En