"La Iglesia debe ser la conciencia crítica de la sociedad"

«El Poder necesita que le recuerden sus deberes.» «Es conveniente que alguien que está al margen de la lucha política y de los intereses económicos encontrados pueda realizar la misión de conciencia crítica de la sociedad, y ese alguien debe ser la Iglesia.» Estas afirmaciones figuran en la sexta carta cristiana del cardenal Enrique y Tarancón sobre el tema general La Iglesia y el Poder, que viene publicando semanalmente en Iglesia en Madrid.Como de costumbre, el presidente de la Conferencia Episcopal Española se remonta al Concilio Vaticano II, que habló de cuestiones ...

«El Poder necesita que le recuerden sus deberes.» «Es conveniente que alguien que está al margen de la lucha política y de los intereses económicos encontrados pueda realizar la misión de conciencia crítica de la sociedad, y ese alguien debe ser la Iglesia.» Estas afirmaciones figuran en la sexta carta cristiana del cardenal Enrique y Tarancón sobre el tema general La Iglesia y el Poder, que viene publicando semanalmente en Iglesia en Madrid.Como de costumbre, el presidente de la Conferencia Episcopal Española se remonta al Concilio Vaticano II, que habló de cuestiones políticas, y recuerda que cuando los obispos hablan también de temas de este carácter o presentan exigencias a los poderes públicos sobre convivencia social, derechos de la persona, justicia social, no se trata de que quieran imponerse en ese campo, sino que en lo temporal se ponen en juego muchas veces intereses espirituales, y que en las actividades políticas han de tenerse en cuenta «las normas de la ética y las exigencias de la persona humana, tal como ha sido creada por Dios».

El cardenal-arzobispo de Madrid-Alcalá manifiesta la conveniencia de que la sociedad tenga una conciencia crítica para que su estructura y su dinamismo vayan conformándose cada vez más con las exigencias personales y sociales del hombre. Reconoce que los partidos políticos de la Oposición pueden y deben cumplir esa misión, «pero los partidos -añade- difícilmente podrán ser objetivos. Ellos enfocarán los problemas desde su peculiar punto de vista, parcial, partidista, y se inspirarán en sus peculiares ideologías políticas».