Cartas al director

Mejorar la circulación en carretera

El pasado día 1 de los corrientes, tuve que acompañar en mi automóvil a unos familiares desde León hasta Logroño, vía Palencia y Burgos. El considerable tránsito de turismos y camiones que pude observar a lo largo de todo el recorrido, la noticia di.e un gravísimo accidente por colisión de dos vehículos cerca de Palencia y la- simultaneidad preocupante de circulaciones, en día festivo, de automóviles rápidos y ligeros de pasajeros, y lentos y pesados de carga, me llevan a las siguientes meditaciones, que no puedo resistir la tentación de exteriorizar:- Parece ocioso destacar la peligrosidad el...

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El pasado día 1 de los corrientes, tuve que acompañar en mi automóvil a unos familiares desde León hasta Logroño, vía Palencia y Burgos. El considerable tránsito de turismos y camiones que pude observar a lo largo de todo el recorrido, la noticia di.e un gravísimo accidente por colisión de dos vehículos cerca de Palencia y la- simultaneidad preocupante de circulaciones, en día festivo, de automóviles rápidos y ligeros de pasajeros, y lentos y pesados de carga, me llevan a las siguientes meditaciones, que no puedo resistir la tentación de exteriorizar:- Parece ocioso destacar la peligrosidad elevada que ofrece la señalada simultaneidad de tránsito!!, pues en determinados y ¡re-' cuentes casos (rampas, trazados sin*uosos, etcétera) la marcha de muchos camiones, por exceso de caroa. falta de potencia o simple vejez. es tan extremadamente lenta que provoca lógicas luipaciencias de los conductores de los turismos ante el trance obligado de sobrepasar semejantes «tapones» móviles. sobre todo cuando. con notoria frecuencia N, palmario Incumplimiento de disposiciones viaentes del Código de la Circulación se llevan más a agrupar hasta tres, cuatro o de éstos, formando caravanas que, en tanto subsisten, resultan de tan problemático como arriesgado adelantamiento.

Se antoja razonable suponer que los conductores de los carniones, bien sean autopa!ronos o asalariados, deben tener el mismo derecho al descanso en días festivos que el resto de los demás trabajadores por cuenta propia o ajena.

- A modo de conclusión, se puede y se debe pensar que, como manera realmente eficaz para rebajar sustancialmente la terrible estadística semanal de accidentes de carretera, con su espeluznante secuela de muertos y heridos, y para ahorrar tiempos socialmente inactivos y reducir en alguna me dida el consumo de energía impor tada no resultaría desafortunada, ni mucho menos, la puesta en práctica de las medidus necesarias para restringir al máximo, en días festivos y en todas las vías públicas, la circulación de vehículos lentos y pesados, entre los cuales, obvia mente ' se podrían incluir, adernás de los camiones, los carros y los tractores agrícolas.

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