Tribuna:

Repartir los millones

La Federación Internacional de Esquí dio a conocer el pasado sábado en Viena las nuevas listas que definirán para la inminente temporada los puestos de salida en cada prueba. El estado de la pista influye decisivamente en el deporte de la nieve y por eso cada temporada las figuras tratan de conseguir los puntos FIS necesarios para obtener una buena clasificación posterior. Naturalmente, los mejores clasificados en la Copa del Mundo, los Stenmark, Heidegger. Hemmi, Klaminer o Walcher. son también los que cuentan con los cero puntos negativos, los mejores, pues se trata de penalizaciones.Un espa...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Federación Internacional de Esquí dio a conocer el pasado sábado en Viena las nuevas listas que definirán para la inminente temporada los puestos de salida en cada prueba. El estado de la pista influye decisivamente en el deporte de la nieve y por eso cada temporada las figuras tratan de conseguir los puntos FIS necesarios para obtener una buena clasificación posterior. Naturalmente, los mejores clasificados en la Copa del Mundo, los Stenmark, Heidegger. Hemmi, Klaminer o Walcher. son también los que cuentan con los cero puntos negativos, los mejores, pues se trata de penalizaciones.Un español, Paquito Fernández Ochoa, consiguió en los Juegos Olímpicos de 1972, en Sapporo, uno de los mayores éxitos de nuestro deporte en toda su historia. Su medalla de oro en slalom fue una sorpresa considerable. Sin quitarle el mérito, pues estaba en el grupo de los posibles ganadores, sí le acompañó la suerte, como incluso acaba de reconocer recientemente el nuevo presidente de la Federación Española.

Pues bien, a partir de entonces el esquiador al que sé hizo un contrato de seis años a razón de tres millones y medio de pesetas por cada uno, sólo «Cumplió» dos veces: en 1974, con otra medalla de bronce en los Campeonatos del Mundo de Saint Moritz y tal vez en 1975, pues tras una temporada muyregular acabó octavo del mundo. Desde en tonces, lesiones, malas actuaciones y declive.

Hasta 1978, Campeonatos del Mundo de Garmisch, Fernández Ochoa declaró que quería seguir. Lógico. Pero su ejemplo no es el único, aunque venga a colación porque en estas nuevas listas de la FIS está claramente «perdido». Es un caso más de las distintas figuras «amateurs» que han solucionado en el deporte español sus vidas con el dinero de las quinielas. Los altos oríganismos deportivos del país se han pasado en esto y de ahí que ahora suene a música celestial el que se repartan más y mejor los millones.

Archivado En