Tribuna:

Los absurdos de Kubala

Kubala ha vuelto a sufrir un despiste de consideración. La convocatoria del jugador sportinguista Cundi, operado por partida doble el mismo día de la llamada, resulta un tanto grotesca. Si un seleccionador que cobra sus buenos millones del fútbol no sabe ni el estado físico de los jugadores posibles con que cuenta, da. miedo pensar en su rendimiento ante problemas técnicos o tácticos de mayor fuste.Y lo malo es que no son nuevas estas decisiones absurdas del seleccionador. Sin ir más lejos, para la primera concentración de esta temporada internacional citó a Palmer, ex burgalés y nuevo valenci...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Kubala ha vuelto a sufrir un despiste de consideración. La convocatoria del jugador sportinguista Cundi, operado por partida doble el mismo día de la llamada, resulta un tanto grotesca. Si un seleccionador que cobra sus buenos millones del fútbol no sabe ni el estado físico de los jugadores posibles con que cuenta, da. miedo pensar en su rendimiento ante problemas técnicos o tácticos de mayor fuste.Y lo malo es que no son nuevas estas decisiones absurdas del seleccionador. Sin ir más lejos, para la primera concentración de esta temporada internacional citó a Palmer, ex burgalés y nuevo valencianista, que había estado lesionado durante toda la pretemporada. Tiempo atrás se han dado igualmente otros casos de «promoción» de algún jugador sorpresa por parte de Kuhala. El de Juanjo, llamado con Lanchas un mes antes de fichar por el Barcelona y «desaparecido» desde e ntonces, pues no ha vuelto ajugar, el más claro.

Estamos de acuerdo en que la selección, como un Club -ojalá lo fuera-, debe renovarse. De hecho se ha renovado, y si los nuevos mimbres no funcionan demasiado es simplemente porque en el fútbol español todas son habas contadas. Sin embargo, Kubala, al que nadie discute su trabajo, especialmente físico y -sicológico -ya no tanto el tácticodebería tener más cuidado en su imagen de supuesto máximo «enterado».

Y siempre al margen de que la selección no juegue bien; de que el Mundial de Argentina sea una nebulosa todavía y de que sólo los clubs, en justa correspondencia al interés que se les presta, incluso a nivel federativo, mantengan a España como la primera potencia europea del fútbol en la actuálidad, por delante de Holanda, Bélgica- o la República Federal de Alemania. Es curioso.

Archivado En