Pocas críticas a Suárez en los partidos políticos

Representantes de distintos partidos políticos han considerado correcto, en términos generales, el discurso pronunciado el pasado miércoles por el presidente del Gobierno en RTVE. En cuanto a las centrales sindicales, Comisiones Obreras ha expresado su apoyo a través de un miembro de su secretariado, Francisco Acosta; UGT se ha mostrado escéptica sobre la posibilidad de que los acuerdos se plasmen -sobre todo en las contrapartidas sociales-, en una declaración de Manuel Simón; y las demás centrales mantienen posturas abiertamente críticas. Así se desprende de una encuesta realizada por Cifra....

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Representantes de distintos partidos políticos han considerado correcto, en términos generales, el discurso pronunciado el pasado miércoles por el presidente del Gobierno en RTVE. En cuanto a las centrales sindicales, Comisiones Obreras ha expresado su apoyo a través de un miembro de su secretariado, Francisco Acosta; UGT se ha mostrado escéptica sobre la posibilidad de que los acuerdos se plasmen -sobre todo en las contrapartidas sociales-, en una declaración de Manuel Simón; y las demás centrales mantienen posturas abiertamente críticas. Así se desprende de una encuesta realizada por Cifra.

Javier Solana, en nombre del PSOE, se limitó a matizar que el presidente no debe olvidar que él es uno más de los líderes políticos del país y no está por encima de los demás (alusión al hecho de que la intervención presidencial fue separada del resto). Armando López Salinas, por el PCE, consideró que el discurso no añade nada nuevo a las intervenciones de los líderes que firmaron el acuerdo de la Moncloa: y Enrique Tierno, del PSP, piensa que el discurso «responde, más o menos a lo que el presidente debe decir».Guillermo Medina, portavoz de la ejecutiva de UCD afirmó que el señor Suárez había lanzado «un auténtico desafío histórico». Manuel Fraga no contestó a las presuntas de los encuestadores, y Miguel-Roca. portavoz de la minoría catalaría en el Congreso, puso de manifiesto que el presidente no se había atenido a lo pactado en la Moncloa.

En el terreno sindical, las centrales han emitido críticas o reticencias más o menos duras al discurso excepto Comisiones Obreras, cuyo representante, Francisco Acosta, dijo que, aunque algunos de los puntos no están cumpliéndose -como lo demuestra la situación de los trabajadores del Ministerio de Obras Públicas y de aeropuertos-, se debe a que «algunos de sus ministros» están menos interesados en el cumplimiento del pacto que el presidente del Gobierno.

Por otra parte, Marcelino Camacho declaró ayer al Diario de Cádiz, en relación con Felipe González, que este último «con una mano firma el pacto de la Moncloa, y con otra empuja a Nicolás Redondo a que ataque a este pacto», lo cual demuestra, para él, «la incoherencia interna de este partido y las discrepancias que hay en su seno».

Aplazamiento «sine die» de las elecciones municipales

Por otra parte, el Centro de Investigación y Técnicas Políticas (Citep) organizó ayer en Madrid una mesa redonda sobre las consecuencias del pacto de la Moncloa, con asistencia de varios de los negociadores del mismo. Aunque la no comparecencia de representantes de la Administración y del Partido Comunista invalida la posibilidad de obtener conclusiones generales, el debate dejó flotando en el ambiente dos impresiones: una constatación de la debilidad general de los partidos políticos en la actual situación y el hecho de que las fuerzas firmantes del acuerdo no parecen interesadas, en su mayoría, en una rápida convocatoria de elecciones municipales.Uno de los negociadores del PSP afirmó que el pacto es, en realidad, una táctica para ganar tiempo, tanto por parte del Gobierno como de los partidos, «como lo demuestra la facilidad de la negociación». Atribuyó la firma del pacto «a la habilidad de Suárez, y también a la habilidad de un partido excluido hace poco más de un año, que ahora ha demostrado su participación en la toma de decisiones importantes»; y dijo que, cara al futuro, o se va a un Gobierno de concentración, o la izquierda tendrá que coordinar sus respectivas políticas económicas si no quiere perder todas las votaciones en las Cortes.

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Por su parte, economistas del PSOE matizaron que la izquierda ha traído las libertades a este país y ha logrado introducir mecanismos de racionalización económica, lo que demuestra que su papel es más importante de lo que parece. La negociación de la Moncloa -añadieron- ha mostrado la existencia de diferencias muy graves entre las fuerzas de izquierda en cuanto a contenidos económicos, lo que dificulta cualquier programa común.

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