Ovación y mala educación

Los muchos goles pudieron ser noticia destacada en el domingo futbolístico, pero no fue asi. Ni siquiera el escándalo de turno. Lo noticiable esta vez fue la estruendosa ovación a un árbitro y el lamentable espectáculo de un jugador.Los dos hechos sucedieron en el encuentro Barcelona-Rácing de Santander. En el Nou Camp, escenario de no pocos momentos desagradables, el colegiado Pes Pérez, de la nueva ola reformista, como De Sosa, cortó las dos orejas y el rabo simbólicas. Los árbitros, felizmente, se asientan en calidad y autoridad. Ya era hora. El que no acaba de digerir los buenos modales en...

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Los muchos goles pudieron ser noticia destacada en el domingo futbolístico, pero no fue asi. Ni siquiera el escándalo de turno. Lo noticiable esta vez fue la estruendosa ovación a un árbitro y el lamentable espectáculo de un jugador.Los dos hechos sucedieron en el encuentro Barcelona-Rácing de Santander. En el Nou Camp, escenario de no pocos momentos desagradables, el colegiado Pes Pérez, de la nueva ola reformista, como De Sosa, cortó las dos orejas y el rabo simbólicas. Los árbitros, felizmente, se asientan en calidad y autoridad. Ya era hora. El que no acaba de digerir los buenos modales en los campos de fútbol es el delantero Heredia, aunque ayer, en rueda de prensil, pidió disculpas. Su gesto de quitarse la camiseta al ser sustituido fue deplorable, infantil. Y lo grande es que ya se le ha justificado por Michels, porque «juega» bien.

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