Cartas al director

Contra las huelgas

Nos fuimos mi marido y yo a pasar quince días de vacaciones a Salou (La Pineda), desde el día 16 al 30 de agosto, y al principio la cosa fue bien; pasamos unos días tranquilos de playa y descanso, hasta el día 25, en que se le ocurre a todo el servicio del hotel declararse en huelga (hoy, el pan nuestro de cada día). Lo más lamentable es que la gente que estábamos allí pagásemos los vidrios rotos.Ahora yo me pregunto: ¿Es que estos sindicatos no tienen otra misión que estar incordiando? ¿No se dan cuenta de que a los que únicamente hacen la puñeta es estas personas que hemos votado para que en...

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Nos fuimos mi marido y yo a pasar quince días de vacaciones a Salou (La Pineda), desde el día 16 al 30 de agosto, y al principio la cosa fue bien; pasamos unos días tranquilos de playa y descanso, hasta el día 25, en que se le ocurre a todo el servicio del hotel declararse en huelga (hoy, el pan nuestro de cada día). Lo más lamentable es que la gente que estábamos allí pagásemos los vidrios rotos.Ahora yo me pregunto: ¿Es que estos sindicatos no tienen otra misión que estar incordiando? ¿No se dan cuenta de que a los que únicamente hacen la puñeta es estas personas que hemos votado para que en España hubiera partidos y sindicatos, sin persecuciones? Pero ahora nos estamos dando cuenta de que no todo era trigo limpio,

Había que ver a las personas mayores y a los niños (iDíos mío, yo nunca he visto a tanto niño junto!) muchos de ellos pequeñines y sin poder comer, y ver a las chicas del servicio y a los camareros huir como conejos asustados cuando vieron cómo estaba el «ambiente». Y yo les diría a esa gente, por llamarles de alguna manera, que si son valientes para declarar huelga debían haberlo sido para quedarse y dar la cara. Y al dichoso sindicato que la dirigía -creo que era el CSUT-, que si busca un puesto en la sociedad que lo busque con más calma y otras maneras, que así no vamos a ninguna parte. A mí no me extraña nada que la gente se acuerde de Franco,

Señores: un poco de cordura, que España, aunque con mucho mangante, es muy bonita, y si los partidos y sindicatos quieren trabajar, que se metan con la carestía de la vida, que ahí sí que tienen cuerda para rato.

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