Vuelve la tensión sociaI al campo sevillano

La tensión social ha vuelto al campo sevillano a causa, en esta ocasión, de la huelga de los recolectores de la aceituna de verdeo que ha ido extendiéndose los últimos días hasta afectar, en la actualidad, a varios miles de trabajadores, de más de veinte pueblos de la provincia.

Salvo en El Arahal -cuyo comité obrero, apoyado por UGT, CCOO y CNT, solicita un salario de 1.500 pesetas- y algún otro pueblo, las cuadrillas de jornaleros defienden una plataforma común de 1.300 pesetas diarias por siete horas de trabajo, desplazamientos a cargo de las empresas, contratación a través de la...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La tensión social ha vuelto al campo sevillano a causa, en esta ocasión, de la huelga de los recolectores de la aceituna de verdeo que ha ido extendiéndose los últimos días hasta afectar, en la actualidad, a varios miles de trabajadores, de más de veinte pueblos de la provincia.

Salvo en El Arahal -cuyo comité obrero, apoyado por UGT, CCOO y CNT, solicita un salario de 1.500 pesetas- y algún otro pueblo, las cuadrillas de jornaleros defienden una plataforma común de 1.300 pesetas diarias por siete horas de trabajo, desplazamientos a cargo de las empresas, contratación a través de las centrales sindicales y no por los manijeros en la plaza pública, y eliminación del destajo.

La última propuesta de los empresarios, hecha a mediodía de ayer a los representantes obreros, consiste en un sueldo de novecientas pesetas, a condición de recoger ochenta kilos de aceituna como mínimo, añadiendo un plus de ocho pesetas por cada kilo por encima de esa cantidad.

Se da la circunstancia de que la gran mayoría de los pequeños y medianos propietarios se muestran partidarios de aceptar las reivindicaciones de los trabajadores, mientras que los grandes latifundistas se oponen a ello.

Por su parte, quinientos trabajadores en paro forzoso de la localidad de Los Palacios permanecen, desde hace varios días, encerrados en el Ayuntamiento para urgir la asignación de nuevos fondos del empleo comunitario. El alcalde del pueblo ha manifestado su propósito de dimitir si no se soluciona el problema del paro.

Archivado En