Evolución de Olarra

El segundo trimestre de la empresa Olarra se ha caracterizado, según informe de la sociedad, por una línea de tendencia muy similar a la del período anterior. A la doble presión de incremento de costes y de escasez de pedidos, se unieron unos precios internacionales anormalmente bajos a los que hay que sumar la sobrevaloración de esa época de nuestro signo monetario. Se comprenderá que los resultados para una empresa netamente exportadora tenían que ser negativos.Los esfuerzos productivos de todos estos años, la reducción al máximo de costes y una política prudente, han permitido que las cifra...

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El segundo trimestre de la empresa Olarra se ha caracterizado, según informe de la sociedad, por una línea de tendencia muy similar a la del período anterior. A la doble presión de incremento de costes y de escasez de pedidos, se unieron unos precios internacionales anormalmente bajos a los que hay que sumar la sobrevaloración de esa época de nuestro signo monetario. Se comprenderá que los resultados para una empresa netamente exportadora tenían que ser negativos.Los esfuerzos productivos de todos estos años, la reducción al máximo de costes y una política prudente, han permitido que las cifras del balance no sean tan malas como cabría esperar de un entorno tan desfavorable.

Por lo que respecta a la evolución de la empresa en los próximos meses, hay que puntualizar que el verano no es una época propicia para ningún tipo de reactivación, por la forzada pausa de las vacaciones de agosto y por el menor ritmo de actividad estacional que se impone hasta septiembre.

En el cuarto trimestre puede confiarse en que los resultados serán favorables. Sin embargo, la última decisión de la OPEP, de no aumentar los precios del petróleo hasta finales del año 1977, puede considerarse como favorable de cara a una mayor estabilidad y, consiguientemente, de un proceso de expansión, hechos que ejercerán un impacto positivo notabilísimo sobre los resultados de la empresa.

Las ventas netas de Olarra, al finalizar el primer semestre, rebasaban los 2.847 millones de pesetas, es decir, casi un 50 % más de la cifra conseguida al término de junio de 1976. Sin embargo, la fuerte presión de las cuentas de gasto ha impedido una feliz traducción de este avance en los resultados netos.

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