Miles de personas en el entierro del marido de "Pasionaria"

Dolores lbárruri, Pasionaria, regresó ayer a Somorrostro después de cuarenta años para asitir al entierro de su marido, Julián Ruiz, en el cementario civil. Varios millares de personas ocuparon el trayecto del cortejo fúnebre, obligando en muchas ocasiones a que el servicio de orden montado por el PCE actuase con energía para proteger a la anciana luchadora.Cubierto por una bandera del PCE y una ikurriña, el ataúd fue conducido a hombros de seis militantes del partido. Detrás de ellos caminó a pie por espacio de un kilómetro largo Dolores Ibárruri, que en varios momentos no pudo ...

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Dolores lbárruri, Pasionaria, regresó ayer a Somorrostro después de cuarenta años para asitir al entierro de su marido, Julián Ruiz, en el cementario civil. Varios millares de personas ocuparon el trayecto del cortejo fúnebre, obligando en muchas ocasiones a que el servicio de orden montado por el PCE actuase con energía para proteger a la anciana luchadora.Cubierto por una bandera del PCE y una ikurriña, el ataúd fue conducido a hombros de seis militantes del partido. Detrás de ellos caminó a pie por espacio de un kilómetro largo Dolores Ibárruri, que en varios momentos no pudo contener las lágrimas. Varios miembros del comité central del PCE, entre los que figuraba Lucio Lobato, la acompañaron desde el pórtico de la iglesia de San Juan hasta el cementerio civil, donde horas antes hubo de ser derribada una tapia para que pudiera entrar el cortejo.

Después de superar un amago de desmayo, Pasionaria, visiblemente emocionada, se dirigió a sus vecinos de Somorrostro con las siguientes palabras: «Hace cincuenta años me uní con uno de vuestros paisanos, Julián, que era socialista y yo católica. Me hice a sus ideas y con él he vivido el socialismo todos estos años. Allí donde nos han dejado vivir, os hemos tenido en nuestro pensamiento. Somorrostro estuvo siempre con nosotros y hubiera querido venir a decíroslo con Julián, pero he tenido que ser yo sola. Os deseo una vida socialista para todos vosotros.»

Mientras el féretro recibía sepultura en el suelo del cementerio civil, fue entonada La Internacional, que Dolores lbárruri cantó de pie, mientras los presentes estrechaban el cerco en torno a ella para poder saludarla.

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