Josep Tarradellas, un constante negociador de la autonomía
Josep Tarradellas nació en 1899 en Cervelló (Barcelona), en el seno de una familia campesina.A los diecisiete años inició su práctica política. En 1916 era secretario de propaganda de la organización catalanista La Falc, y tres años más tarde se convertía en colaborador de Francesc Maciá, primer presidente de la Generalitat.
Es uno de los fundadores, junto con Maciá y Companys, del Partido Esquerra Republicana de Catalunya, del que durante veintiún años ocupó el cargo de secretario general.
Fue miembro del Gobierno de Catalunya en los años 31-32, siendo nombrado presidente...
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Josep Tarradellas nació en 1899 en Cervelló (Barcelona), en el seno de una familia campesina.A los diecisiete años inició su práctica política. En 1916 era secretario de propaganda de la organización catalanista La Falc, y tres años más tarde se convertía en colaborador de Francesc Maciá, primer presidente de la Generalitat.
Es uno de los fundadores, junto con Maciá y Companys, del Partido Esquerra Republicana de Catalunya, del que durante veintiún años ocupó el cargo de secretario general.
Fue miembro del Gobierno de Catalunya en los años 31-32, siendo nombrado presidente del mismo en septiembre de 1936.
El 14 de febrero de 1939 se vio obligado a abandonar España. Desde entonces vivía como exiliado en Francia, en el pueblecito de Saint Martin-le-Beau, en Turena. Entre 1939 y 1941 fue detenido varias veces por la Gestapo; en este último año, el Gobierno español pidió su extradición al Gobierno del mariscal Petain, sin conseguirla. Asimismo, estuvo tres meses en prisión, en Aix-en-Provence, y en campos de concentración.
En 1945 rechazó la cartera del Gobierno de la República Española en el exilio, que presidía José Giral.
El 7 de agosto de 1954, en la embajada de España en México, fue elegido presidente de la Genéralitat por el Parlamento de Catalunya, cargo que ostenta en la actualidad.
Pese a haber permanecido durante la guerra civil en el lado republicano, como toda Cataluña, ya en los años cuarenta se entrevistó secretamente en París con Miguel Mateu, amigo personal del general Franco, primer alcalde de Barcelona después de la guerra civil, y posterior embajador en París.
En 1960 también se entrevistó secretamente con el embajador de España en París, José María de Areilza, quien obraba con autorización expresa del entonces ministro de Asuntos Exteriores, Fernando María Castiella. A finales de 1976 se iniciaron entre Adolfo Suárez y Tarradellas contactos oficiosos a través de un amigo común, Manuel Ortínez Mur, que había sido director general del Instituto Español de Moneda Extranjera.
Desde hace muchos años, Tarradellas ha venido declarando que el objetivo de Cataluña era la recuperación de su autogobierno, marginando totalmente la disyuntiva entre república y monarquía.