Imprevista reacción al alza de la Bolsa

La sesión de esta mañana en las tres Bolsas españolas ha constituido una sorpresa tanto para los especialistas del mercado como para el inversor particular, aficionado a seguir un tanto a distancia los vaivenes del índice. Una subida de 2.55 enteros en Madrid, en Bilbao superó los cuatro enteros, no se la esperaba nadie. En algunos medios próximos a la Bolsa de Madrid se comentaba está mañana que la inmensa mayoría de los agentes preveía una sesión tranquila en la que el índice permaneciera prácticamente inalterado.El factor que parece haber movido el mercado han sido los Bancos, que se han pr...

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La sesión de esta mañana en las tres Bolsas españolas ha constituido una sorpresa tanto para los especialistas del mercado como para el inversor particular, aficionado a seguir un tanto a distancia los vaivenes del índice. Una subida de 2.55 enteros en Madrid, en Bilbao superó los cuatro enteros, no se la esperaba nadie. En algunos medios próximos a la Bolsa de Madrid se comentaba está mañana que la inmensa mayoría de los agentes preveía una sesión tranquila en la que el índice permaneciera prácticamente inalterado.El factor que parece haber movido el mercado han sido los Bancos, que se han presentado en el parqué con una masa enorme de órdenes de compra que no sólo han absorbido rápidamente el papel sino que han hecho que muchos valores, algunos eléctricos en concreto, no pudieran cotizar.

Un cambio tan brusco y profundo debía suscitar comentarios para todos los gustos. Por una sola vez, y sin que sirva de precedente, la subida no se achacaba a la intervención del Banco de España. El motivo principal de la masa de órdenes de compra que hoy se ha manifestado en las Bolsas españolas parece ser una recuperación de la confianza de los inversores en que la culminación de las elecciones, aún si se confirman las tendencias de voto reflejadas en el último sondeo de EL PAIS, no van a constituir un golpe de muerte a la salud de la economía y que, en cambio, la conclusión de un estado, de incertidumbre política es, de hecho, una base sólida sobre la cual empezar un plan de saneamiento económico. No hay que descartar, tampoco, la habitual toma de posición de los especuladores que descuentan un resultado electoral favorable a sus planes a corto plazo.

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