Cartas al director

La Sección Femenina

El que la Secretaría General del Movimiento tenía que tener ya un tiempo muy limitado de vida es algo que esperábamos todos los españoles de buena voluntad. Pero, por encima-de las diversas tendencias políticas, debe ser respetada la justicia. Por esta razón, mi estupor no alcanza límites al ver que la Sección Femenina, con Pilar Primo de Rivera, a su frente, ha sido «barrida» sin consideración alguna.Era de prever el que la Sección Femenina de FET y de las JONS tenía que transformarse, pero estaba convencida de que la Sección Femenina, con Pilar Primo de Rivera a su frente, que ha sido, con s...

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El que la Secretaría General del Movimiento tenía que tener ya un tiempo muy limitado de vida es algo que esperábamos todos los españoles de buena voluntad. Pero, por encima-de las diversas tendencias políticas, debe ser respetada la justicia. Por esta razón, mi estupor no alcanza límites al ver que la Sección Femenina, con Pilar Primo de Rivera, a su frente, ha sido «barrida» sin consideración alguna.Era de prever el que la Sección Femenina de FET y de las JONS tenía que transformarse, pero estaba convencida de que la Sección Femenina, con Pilar Primo de Rivera a su frente, que ha sido, con su austeridad, rectitud y acierto en su gestión, la única que, durante los célebres cuarenta años, llamados de paz, ha hecho una labor asombrosa por España y lo que es aún más asombroso en nuestro país, con un gasto tan mínimo para el Estado español, sería considerada como se merece. Bien está que le cambien la designación de delegada nacional por la de directora general o como quiérase denominarlo, incluyendo su Organización en la Presidencia del Gobierno, como lo han hecho con la Juventud, la Familia y el Deporte, pero «barrer» por las buenas, a quien creó las cátedras ambulantes, los Coros y Danzas de España, los albergues de verano para niños y jóvenes, la única que ha presentado frente en defensa de los derechos de la mujer en general y de la mujer trabajadora, en particular, es algo incomprensible e indignante.

Sé que mi escrito, en caso de ser publicado, no obtendrá eco alguno en las altas esferas gubernamentales; lo único que deseo es ser portavoz del respeto, admiración, agradecimiento y cariño que por Pilar sentimos tantas y tantas mujeres de España. ¡Gracias, Pilar!

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