La junta de jefes de Estado Mayor, contra un artículo de "El Alcázar"
La junta de jefes de Estado Mayor, en sesión celebrada en el día de ayer bajo la presidencia del amirante Buhigas, acordó por unanimidad hacer pública su repulsa por los conceptos vertidos en el artículo aparecido en el diario El Alcázar, el pasado día 12 de mayo, bajo el título «El día de las Fuerzas Armadas».El artículo, bajo la firma Alexandros-NU, se refería al cambio de nominación del Desfile de la Victoria, por el de Desfile de las Fuerzas Armadas y, entre otras cosas, decía:
«Una vez más -y es de temer que no sea la última-, las Fuerza Armadas han cedido a una imposición política...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La junta de jefes de Estado Mayor, en sesión celebrada en el día de ayer bajo la presidencia del amirante Buhigas, acordó por unanimidad hacer pública su repulsa por los conceptos vertidos en el artículo aparecido en el diario El Alcázar, el pasado día 12 de mayo, bajo el título «El día de las Fuerzas Armadas».El artículo, bajo la firma Alexandros-NU, se refería al cambio de nominación del Desfile de la Victoria, por el de Desfile de las Fuerzas Armadas y, entre otras cosas, decía:
«Una vez más -y es de temer que no sea la última-, las Fuerza Armadas han cedido a una imposición política, y una vez más se aducirá como razón para esta cesión su patriotismo. En verdad que se está usando y abusando en demasía de ese patriotismo y, en su nombre y valiéndose de él, se está llegando a un desmantelamiento sistemático, incluso, en el puro concepto geográfico de la Patria, aprovechándose de unas Fuerzas Armadas que están demostrando una disciplina que llega a alcanzar grados heroicos, pero que más pronto o más tarde, si se las sigue presionando, recordarán lo acertado de aquella frase polérnica, dignamente pronunciada. en dramáticas y recientes circunstancias: "Antes que la disciplina, está el honor".»Tras referirse al hecho de que en el desfile de este año sólo desfilarán tropas de a pie y no vellículos, dice: «Aún cabría rizar el rizo de las elucubraciones y podría llegarse pensar si la limitación de medios en el desfile no obedecerá a un cierto temor en las altas esferas del Poder a -que esas unidades potentes y mandadas por dignos jefes y ofíciales que, posiblemente, estén hartos de soportar imposiciones deshonrosas, puedari, ya en Madrid, cambiar el rumbo del desfile y orientar sus cadenas y sus torretas a puntos de la capital distintos al punto final del desfile.»