Suárez, el político más popular, seguido, a distancia, por Felipe González

De acuerdo con los datos del sondeo realizado por Sofemasa para EL PAÍS, cuya publicación iniciamos ayer y continuamos hoy, cerca del 40% de los españoles mayores de veintiún años están indecisos sobre la opción electoral de sus preferencias, o sobre si van a votar o no. Es un porcentaje muy alto, y los diversos partidos y coaliciones habrán de buscar en el mismo la consolidación de sus respectivas posiciones. Uno de los datos políticos más importantes de este sondeo es que ninguna fuerza dispone, por ahora, de más del 20% de las intenciones de voto expresadas, y que en futuros sondeos es norm...

De acuerdo con los datos del sondeo realizado por Sofemasa para EL PAÍS, cuya publicación iniciamos ayer y continuamos hoy, cerca del 40% de los españoles mayores de veintiún años están indecisos sobre la opción electoral de sus preferencias, o sobre si van a votar o no. Es un porcentaje muy alto, y los diversos partidos y coaliciones habrán de buscar en el mismo la consolidación de sus respectivas posiciones. Uno de los datos políticos más importantes de este sondeo es que ninguna fuerza dispone, por ahora, de más del 20% de las intenciones de voto expresadas, y que en futuros sondeos es normal un cambio de situación.

La imagen de los partidos y coaliciones no está aún definitivamente fijada en el electorado. El Centro Democrático, por ejemplo, es considerado una fuerza de derecha por el 11% de los encuestados, de centro por el 55%, y de izquierda por el 1%. Alianza Popular es considerada fuerza de derecha por el 57%, de centro por el 12%, mientras —eso sí está claro— absolutamente nadie la considera de izquierda.

La imagen de los partidos y coaliciones de izquierda está fijada de una manera más precisa en el electorado, aunque con matices, según las diversas opciones. La coalición PSP-FPS parece de derecha al 2 %, de centro al 20 %, y de izquierda al 46 %. El PSOE es un partido de derecha para el 1 % de centro para el 14 %, y de izquierda para el 57 %. El PCE es de derecha para el 1%, de centro para el 3 %, y de izquierda para el 79%.

Una de las imágenes más confusas es la del Partido Carlista: el 12 % lo creen de derecha, el 10 % de centro, y el 18 % de izquierda. (El resto de los diferentes porcentajes, hasta el cien que debe alcanzar cada opción, corresponde a los que no conocen al partido o coalición de que se trate, o aun conociéndolo no saben situarle).

Voto femenino: Suárez, Arias, Garrigues

En esta misma página figura un cuadro en el que se clasifica la intención de voto y el grado de desconocimiento de cada opción electoral (el de conocimiento se obtiene por la resta entre aquél y cien), por sexos y clases sociales. El cuadro incluye solamente las opciones que serían votadas, al menos, por el 1 de electorado, y se expresa en porcentajes redondeados, método estadísticamente válido. Recordemos que el sondeo fue realizado el 4 y 5 de mayo sobre 1595 entrevistas, en una muestra nacional.

El grado de desconocimiento resulta sistemáticamente mayor en mujeres que en hombres (véase cuadro número 2). La intención de voto es generalmente mayor en hombres que en mujeres excepto en los casos de la democracia cristiana y la extrema izquierda donde existe equilibrio entre ambos sexos. Las mayores diferencias entre intención de voto de hombres y mujeres aparecen en los casos del PSOE y del PCE: los votantes masculinos del PSOE son casi el doble que las mujeres; los votantes masculinos del PCE son cuatro veces más que las mujeres.

A nivel de líderes —por razones de espacio no podemos ofrecer una clasificación sistemática de los mismos—, los únicos políticos españoles que serían más votados por mujeres que por hombres (a nivel nacional) son: Adolfo Suárez (43 % a 42 %), Carlos Arias (6% a 4 %) y Joaquín Garrigues Walker(3 % a 2 %).

Por clases sociales, el cuadro ya mencionado incluye varios datos sobre intención de voto y grado de desconocimiento hacia las principales opciones. A nivel de líderes, el sondeo indica que el hombre más votado —Suárez— reúne el 46 % de las intenciones de voto de la clase media-alta y alta, el 49 % de la clase media, y el 36 % de la clase media-baja y baja. Felipe González, segundo en preferencias totales, reúne un 25 % de clase media-alta y alta, un porcentaje igual en la clase media y un 20 % de la clase media-baja y baja. En el caso de Enrique Tierno, los porcentajes son, respectivamente, 19 %, 15 % y 10%.

Areilza, que no se presenta a las elecciones, sería votado por el 12% de la clase media-alta y alta, el 10% de la media, y el 6 % de la media-baja y baja. Carrillo obtendría, respectivamente, 5 %, 7 % y 10 %; y Fraga, 14 %, 8 % y 6 %.

Una de las posibilidades de este sondeo reside en establecer el grado de aceptación o rechazo de cada político en el electorado, al margen de la votación concreta que obtendrían. La pregunta trataba de establecer si les gustaría o no ver a los políticos en cuestión en el futuro político del país. A continuación (en el cuadro número 1) ofrecemos la relación de los primeros clasificados en cada posibilidad, lo que nos muestra, entre otras cosas —globalmente—, que los porcentajes de rechazo son más altos que los de aceptaciones.

El sondeo de Sofemasa para EL PAÍS otorga un 43% de intenciones de voto de los encuestados a Adolfo Suárez. Por regiones, la mayor votación la obtendria en Canarias (50%), y la menor en el País Vasco (34%); Madrid le otorga el 49%.

Felipe González —23% de intenciones de voto en total— tiene su mayor aceptación en Madrid- capital (33%).

Fraga obtendría su máxima votación (15%) en la Meseta Sur —Castilla la Vieja, Cáceres y Murcia—, más alta que la de Madrid-capital (9%), que es donde se presenta; su votación más baja es el País Valenciano (4%). En cuanto a Carrillo, su votación más alta es en Madrid-capital (12%) y la más baja en Canarias (5%).