Sólo había un escollo

«Frente al peligro fraguista la política española ha girado rápidamente sobre dos goznes: uno inferior que es la renuncia del PC a una ofensiva antisuárez -con el increíble elogio del señor Carrillo al espíritu democrático del presidente del Gobierno-, y otro superior que es la catalización de todas las organizaciones centrista y centro-izquierdistas, desde las liberales a los socialdemócratas, pasando por los democristianos, en torno al ocupante de La Moncloa, que ve agigantada su figura en una hora en que las estanterías de la política española están materialmente desprovistas de auténtico m...

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«Frente al peligro fraguista la política española ha girado rápidamente sobre dos goznes: uno inferior que es la renuncia del PC a una ofensiva antisuárez -con el increíble elogio del señor Carrillo al espíritu democrático del presidente del Gobierno-, y otro superior que es la catalización de todas las organizaciones centrista y centro-izquierdistas, desde las liberales a los socialdemócratas, pasando por los democristianos, en torno al ocupante de La Moncloa, que ve agigantada su figura en una hora en que las estanterías de la política española están materialmente desprovistas de auténtico material dirigente. Precisamente esa catalización, que acabará en el partido institucional largamente acariciado por Martín Villa -partido que quizá no sea, por otra parte, una verdadera ambición de La Zarzuela- sólo tenía ante sí el escollo del Partido Popular, que era el otro polo centrista que quería protagonizar el poder. Pero las circunstancias mandan y el Partido Popular se irá por el escotillón en beneficio del señor Suárez, que de momento ya ha logrado la retirada del conde de Motrico. »27 marzo

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