Vodevil político

Acto I

La agencia Logos, de la Editorial Católica, ha distribuido una información por sus teletipos en la que se sugieren lazos entre la postura editorial de este periódico y los artículos de su director con el señor Areilza.Esta es una especie risible, divulgada por Madrid. Pero conviene señalar que el ministro de Justicia y los de Hacienda y Asuntos Exteriores eran presidente y consejeros de la Editorial Católica hasta el mismo día de su nombramiento. Y que el de Presidencia procede del grupo «Tácito», que utilizó el Ya -diario de la misma editorial- en varias ocasiones como tribuna y...

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La agencia Logos, de la Editorial Católica, ha distribuido una información por sus teletipos en la que se sugieren lazos entre la postura editorial de este periódico y los artículos de su director con el señor Areilza.Esta es una especie risible, divulgada por Madrid. Pero conviene señalar que el ministro de Justicia y los de Hacienda y Asuntos Exteriores eran presidente y consejeros de la Editorial Católica hasta el mismo día de su nombramiento. Y que el de Presidencia procede del grupo «Tácito», que utilizó el Ya -diario de la misma editorial- en varias ocasiones como tribuna y palanca hacia el poder. Hay que añadir que el señor Osorio fue el encargado de anunciar en una cena en casa de otro demócrata cristiano -y en presencia del señor Lavilla- la necesidad gubernamental de neutralizar políticamente al señor Areilza.

Todo esto suena a vodevil político barato. ¿De qué valen las inelegibilidades cuando el Gabinete ofrece escaños, pide cabezas y administra periódicos y agencias de prensa? Siempre se ha dicho que el franquismo -en sus inicios fue una hábil e impía mezcla de catolicismo oficial y falangismo valeroso. Los falangistas que crecieron en torno al SEU y los católicos que se dedicaron a censurar trajes de baño en las páginas del Ya, no se resignan a la idea de que la democracia arroje algo diferente de lo que ellos quieren. Pues hay que decir que para eso casi más vale quedarse con la Alianza Popular, que también son franquistas, pero lo reconocen.

Nada de esto es anécdota. En menos de siete días y en ausencia del Rey, una parte del Gobierno ha metido a este país en una crisis imprevisible e inadmisible. La Corona no puede verse sometida a este trapisondeo de alevines políticos. Y todo ello es denunciable, lo diga quien lo diga. Si, el ABC, El Alcázar, Felipe González, Areilza y EL PAIS coinciden en la denuncia, no es porque nos hayamos puesto de acuerdo, sino porque aun desde posturas bien dispares lo irrazonable es siempre irrazonable.

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