Tribuna:

Empiezan a acordarse

Los partidos políticos parece que comienzan a acordarse de que existe el deporte en este país. En estas mismas páginas se perfilan las alternativas del PSOE sobre el tema. Hasta el momento, pocas o casi ninguna noticia había de que en los distintos programas existiesen proyectos al respecto. Quizá es que el fútbol, primera actividad, no casi considerado como deporte por la mayoría, según se trata en España. De ahí su desatención.En Barcelona varios partidos trabajan ya desde hace tiempo con las posibilidades político-deportivas del futuro y, en cierto modo, es muy lógico dados los últimos acon...

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Los partidos políticos parece que comienzan a acordarse de que existe el deporte en este país. En estas mismas páginas se perfilan las alternativas del PSOE sobre el tema. Hasta el momento, pocas o casi ninguna noticia había de que en los distintos programas existiesen proyectos al respecto. Quizá es que el fútbol, primera actividad, no casi considerado como deporte por la mayoría, según se trata en España. De ahí su desatención.En Barcelona varios partidos trabajan ya desde hace tiempo con las posibilidades político-deportivas del futuro y, en cierto modo, es muy lógico dados los últimos acontecimientos registrados por allí. El PSUC y el Centre Catalá son de los pioneros. Este último. concretamente, estudia con interés las conclusiones del «ambit del esport i el lleure» tomados en el Congrés de la Cultura Catalana.

De cualquier forma ya no sorprende que sean principalmente, los partidos socialistas los que se tomen las primeras molestias en tratar sobre el deporte. La enorme cantidad de ataduras que aún existen sobre él en la actualidad y han constituido la rémora de muchos años son justamente las que ellos pueden atacar y al menos intentar solucionar.

Por otro lado como en cierta ocasión inquirió un alto mandatario de nuestro deporte no deja de ser un campo bien abonado para conseguir votos. Cuando las quejas sobre las dificultades para practicar cualquier actividad en Españ se suceden, a muchos alegraría ver soluciones claras. El problema es que nadie podrá prometerlas a corto plazo. Habría que romper demasiados moldes.

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