Estudiantes superó a un Juventud sin ideas

Se cumplió la tradición y Estudiantes ganó en su cancha a uno de los tres grandes. Como casi siempre la «suerte» le correspondió al Juventud. Los colegiales consiguieron un triunfo merecido a todas luces, primero, porque recordaron ese juego que tantas satisfacciones ha. dado a su hinchada y segundo, porque el Juventud, que impone de presencia, luego es un corderito inocente sin ideas, sin sistemas y sin sitio la mayoría de sus hombres para hacer valer su envergadura.Comenzaron el encuentro los dos equipos con defensa de asignación y es curioso que, salvo en los bases Margall-Gil, los pares er...

Se cumplió la tradición y Estudiantes ganó en su cancha a uno de los tres grandes. Como casi siempre la «suerte» le correspondió al Juventud. Los colegiales consiguieron un triunfo merecido a todas luces, primero, porque recordaron ese juego que tantas satisfacciones ha. dado a su hinchada y segundo, porque el Juventud, que impone de presencia, luego es un corderito inocente sin ideas, sin sistemas y sin sitio la mayoría de sus hombres para hacer valer su envergadura.Comenzaron el encuentro los dos equipos con defensa de asignación y es curioso que, salvo en los bases Margall-Gil, los pares era diferentes. La desproporción era evidente y a simple vista se adivinaba que «Goliat» Juventud podía vencer a «David» Estudiantes con sólo aprovechar el arma de su altura.

A los cinco minutos, 9-15,y 11 - 17 a los seis y medio. A los quince minutos ya estaban por delante con 35-32 los colegiales. Todo porque los colegiales ponían un tesón en la pelea que les hacía superar adversidades, porque Gonzalo rememoraba sus fulgurantes entradas y porque José Luis Sagi-Vela empezaba a indicar que iba a cumplir cuarenta minutos gloriosos.

En la segunda mitad, el tanteo fue muy ajustado hasta el minuto diecisiete. Del 81-82 en ese momento se pasó en dos minutos escasos a 89-84. A pesar del tiempo solicitado por Meléndez los recursos badaloneses son bien cortos y no pudieron impedir el 91-88 final.