Escándalo también en La Romareda

Barro en casi todos los campos y muy pocos goles por lo general fueron las características de la jornada. La excepción estuvo en El Plantío, donde el Burgos marcó cuatro goles. En La Romareda, el partido terminó en escándalo, y el árbitro se vio obligado a darlo por finalizado tres minutos antes de la hora.

Celta, 1; (Castro, m. 59); Español, 0.

Celta: Fenoy; Santomé, Manolo, Juan, Navarro; lgartua, Villar, Castro; Sanromán, Mori, Martínez (doblas, m. 77).

Español: Gato Fernández; Molinos, De Felipe, Ortiz Aquino, Verdugo; Fernández Amado, José ...

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Barro en casi todos los campos y muy pocos goles por lo general fueron las características de la jornada. La excepción estuvo en El Plantío, donde el Burgos marcó cuatro goles. En La Romareda, el partido terminó en escándalo, y el árbitro se vio obligado a darlo por finalizado tres minutos antes de la hora.

Lodazal en Balaídos

Celta, 1; (Castro, m. 59); Español, 0.

Celta: Fenoy; Santomé, Manolo, Juan, Navarro; lgartua, Villar, Castro; Sanromán, Mori, Martínez (doblas, m. 77).

Español: Gato Fernández; Molinos, De Felipe, Ortiz Aquino, Verdugo; Fernández Amado, José Manuel (Canito, m. 54), Solsona (Amiano, m. 77); Manolín Cuesta, .Jeremías y Marañón.

Arbitro: Sánchez Ríos. Su arbitraje fue excelente y mayor es su mérito si tenemos en cuenta el estado del terreno de juego. Mostró tarjetas amarillas a Fernández Amado y Verdugo.

Realmente el estado del terreno de juego de Balaídos, como se esperaba, ha sido el protagonista del encuentro disputado entre el Celta y el Español. Era imposible practicar el fútbol en un campo húmedo y sobre todo pesado, en el que costaba mover el balón. El Celta, el equipo que debía atacar, supo de antemano sacar las suficientes fuerzas como para superar a su rival a base de velocidad. El Español apenas podía hacer otra cosa que defenderse. Era difícil jugar al fútbol con técnica y casi imposible que el balón penetrase en alguna de las dos porterías. De todos modos el esfuerzo céltico tuvo su recompensa en el único gol que se marcó y que suponía su triunfo.

El Sevilla pasó sus apuros ante el Santander

Sevilla, 1 (Scotta, m. 83); Santander, 0.

Sevilla: Paco; Juanito, Rivas, Gallego. Blanco; Lora, Jaén, Varela (Rubio, m. 74); Scotta, Cantudo y Montero.

Rácing de Santander: Monchi; Díaz, Iglesias, Camús, Portu; Arteche, Juan Carlos, Geñupi; Herrero (Lolo. m. 74), Quinito (Jiménez, m. 64) y Zuviría.

Arbitro: Burgos Núñez. Su actuación fue buena, aunque muy protestada por el público. Amonestó a Jaén y Camús. Expulsó a Jiménez por dar una patada a Paco.

El terreno de juego estaba en pésimas condiciones. No había agua, pero sí muy húmedo y, por tanto, pesado. En estas condiciones las circunstancias favorecían al equipo que tiene que defenderse, al Rácing. El Sevilla presionó intensamente a lo largo de todo el encuentro, pero sin apenas efectividad, El juego era aburridísimo y se caracterizaba por una lucha tremenda sobre todo en el centro del campo. Al final, cuando parecía que el encuentro iba a finalizar sin goles, con un empate que favorecía al Rácing, Scotta consiguió marcar el gol del triunfo cuando quedaban siete minutos para el final.

El Valencia sigue decepcionando

Valencia, 1 (Kempes. m. 40); Elche, 0.

Valencia: Balaguer; Carrete, Martínez, Cordero, Cerveró; Arias (Castellanos, m. 68). Tirapu, Saura; Rep, Diarte y Kempes.

Elche: Esteban; Indio, Llompart, Dominichi, Serras; Trobbiani, Sitjá, Montero; Félix, Gómez Voglino y Cristo.

Arbitro: Sánchez Arminio. Su actuación fue sólo discreta. Amonestó a Indio.

El Valencia decepcionó rotundamente ante un equipo como el Elche. Fue un encuentro desigual, aburrido y soso, sin juego por parte de ninguno de los dos equipos. El Elche salió al terreno de juego como víctima propiciatoria, por lo que apenas tenía otras ansias que una derrota mínima. De todos modos se pudo aprovechar mejor de los errores de los valencianos y, amparado en una buena disposición defensiva y en la inteligencia de Trobbiani, puso en apuros en ocasiones la meta de Balaguer. La segunda parte resultó especialmente anodina, con un fútbol lento y torpe. En el Valencia, su línea medular continúa siendo lo más flojo y adolece de la falta de un auténtico cerebro organizador.

Quini, el otro Juanito burgalés

Burgos, 4 (Quini, 3, m. 49, 52 y 84, y Katic, m. 18); Las Palmas, 1 (Morete, m. 37).

Burgos: Manzanedo; Valdés, Ruiz lgartua, Aguilera, Palmer; Garrido, Kresic, Cabral (Navajas, m. 78); Viteri (Omar Rey, m. 82), Katia y Quini.

Las Palmas: Carnevali; Noly, Castellano, Wolff, Fernández; Páez, Félix, Brindisi (Estévez, m. 72); Juani, Morete y Miguel Angel.

Arbitro: Sánchez Ibáñez. Mal. Dejó sin sancionar dos claros penalties, uno en cada área. Amonesté a Juani, Páez, Wolff, Félix, Viteri y Valdés.

Sobre un terreno completamente embarrado, el Burgos desplegó una mejor disposición en sus hombres. El primer periodo se jugó a un ritmo endiablado por los hombres punta burgaleses, que hizo mella en la floja cobertura canaria, muy fallona. Al igual que hace quince días, Quini volvió a lucir sus dotes realizadoras marcando otros tres goles. La ausencia de Juanito, lesionado, se notó menos de lo que cabría esperar. Las Palmas poco pudo hacer para contener la fuerte ofensiva de los hombres de Domingo. Sólo Morete inquietó algo, y su gol fue producto de uno de los escasos contragolpes de su equipo.

San Mamés, inexpugnable para el Salamanca

Athletic, 2 (Dani, m. 10, y Carlos, m. 42); Salamanca, 0.

Athletic: Iríbar; Lasa, Guisasola, Alexanco, Escalza; Villar, lrureta, Rojo II (Oñaederra, m. 45); Dani, Carlos (Amorrortu, m. 73) y Rojo I.

Salamanca: D'Alessandro; Pedraza, Bustill (Rezza, m. 80). Juanjo, Lanchas; Tomé, Alves (Pérez, m. 80), Enrique; Juanito, Ameijenda y Galleguillos.

Arbitro: Soto Montesinos. Autoritario y enérgico, llevó bien el partido sin necesidad de mostrar tarjetas.

Dos fases muy diferenciadas tuvo el encuentro de San Mamés. La primera mostró a un Athletic pujante y clásico en sus oleadas sobre el marco salmantino. Dani y Carlos resolvieron de nuevo en dos acciones de pillería, adelantándose a las acciones del meta D'Alessandro. Luego el Salamanca se estiró y obligó al Chopo a emplearse con acierto en un par de jugadas peligrosas. El juego decayó, y los espectadores salieron contentos a medias por el resultado. La clave del marcador estuvo en la lucha por el centro del campo, en donde Villar se impuso netamente al portugués de los guantes, Alves.

Muchos nervios en La Romareda

Zaragoza, 2 (Jordao. m. 16. y Juanjo, m. 68): Betis, 1 (Mühren, de penalti, m. 80).

Zaragoza: Nieves; Rico, M. González, Violeta, India; Planas, Víctor, Arrúa; .Jordao, J. González y Juanjo (Porta, m. 88).

Betis: Campos; Bizcocho, Sabaté, Cobo, Benítez; López, Mühren, Cardeñosa; García Soriano. Ladinzsky (Megido, m. 67) y Anzarda.

Arbitro: Franco Martínez. Desastroso. Tras pitar el penalti contra el Zaragoza el público se le echó encima, arrojando un gran número de almohadillas, por lo que decidió dar por finalizado el encuentro a falta de tres minutos para que éste concluyera. Mostró tarjetas a López. M. González, García Soriano, Violeta, Cobo y Planas.

Mucho se jugaba el Zaragoza en el envite televisivo ante el Betis. La inquietud por el resultado se desarrollo en la cancha y en las gradas, en donde los aficionados, al final, perdieron en parte los papeles, a lo que contribuyó la desastrosa actuación del colegiado. Una primera fase de ligero, aunque alocado dominio zaragocista, que vio cómo tras el descanso el conjunto verdiblanco se adueñaba de la situación y a falta de diez minutos acortaba distancias, sembrando de inquietud a La Romareda. Al final, nervios, precipitación y lanzamiento acentuado de almohadillas, que obligó a Franco Martínez a suspender el partido antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario.

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