Fuerte denuncia sociopolítica de los obispos andaluces

«Es lamentable que en nuestra región subsistan todavía formas de caciquismo desaparecidas en otras regiones que permiten a grupos reducidos de privilegiados acaparar el poder político y utilizarlo en beneficio propio sin que el pueblo tenga la posibilidad de organizarse y hacer oír su voz en las decisiones que le afectan.» Esta fuerte denuncia sociopolítica forma parte de una nota pastoral redactada por los dieciséis obispos de Andalucía, bajo el título Los cristianos y la política que acaba de hacerse pública.Recuerdan los obispos andaluces aquellos valores ineludibles que en su opinió...

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«Es lamentable que en nuestra región subsistan todavía formas de caciquismo desaparecidas en otras regiones que permiten a grupos reducidos de privilegiados acaparar el poder político y utilizarlo en beneficio propio sin que el pueblo tenga la posibilidad de organizarse y hacer oír su voz en las decisiones que le afectan.» Esta fuerte denuncia sociopolítica forma parte de una nota pastoral redactada por los dieciséis obispos de Andalucía, bajo el título Los cristianos y la política que acaba de hacerse pública.Recuerdan los obispos andaluces aquellos valores ineludibles que en su opinión tiene que salvar cualquier programa político. Estos valores son la libertad, la justicia y la moralidad. La libertad -añade el documento- tiene como fundamento la dignidad de la persona humana. En cuanto a la justicia, los obispos andaluces declaran: «la opción cristiana por la justicia entraña la liberación de los oprimidos y exige que desaparezcan las desigualdades injustas y que quienes las padecen tengan cauces para organizarse y ser protagonistas de su propia liberación».

Respecto a la moralidad subrayan que la entienden principalmente como la subordinación de los intereses privados al bien común y no al revés. Un problema que afrontar con decisión en la nota pastoral es el de la corrupción. «Nadie está exento -escriben- de las tentaciones de la corrupción, y por tanto, los intereses comunitarios deben estar defendidos por un eficaz sistema de controles: tribunales, parlamento, opinión pública. Deben desaparecer todos los hábitos de encubrimiento que obstruyan el derecho a la información que ha de ser reconocido hoy a los ciudadanos en las materias que les afectan y comprometen.»

Por último, en cuanto al compromiso político, los obispos andaluces destacan que «no es lícito desentenderse de la actividad política», sino que los católicos deben asumir sus deberes en el seno de la comunidad.

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